viernes, 16 de diciembre de 2022

#POEMA 27: «GALOPE» DE RAFAEL ALBERTI

De forma entusiasta nos sumamos este año nuevamente a la propuesta de #poema 27 del profesor Toni Solano para llenar las redes de poesías de los autores de la Generación del 27.

En anteriores ediciones de esta iniciativa poética estos fueron los poemas que elegí para compartir con los lectores del blog:

En 2014: de Federico García Lorca,  «Vuelta de paseo» y «Pequeño vals vienés» de Poeta en Nueva York

En 2015: de Luis Cernuda, «Si el hombre pudiera decir» de Los placeres prohibidos

En 2016: de Rafael Alberti, «Se equivocó la paloma»y «Canción 8», y de  Luis Cernuda, «Peregrino»

En 2017: de Luis Cernuda, «Diré cómo  nacistéis» de Los placeres prohibidos

En 2018: de Federico García Lorca, «Ciudad sin sueño» de  Poeta en Nueva York

En 2019: de Emilio Prados, «Hay voces libres», de Andando, andando por el mundo

En 2020: de Luis Cernuda, «Yo fui» y «Adolescente» de Donde habite el olvido

En 2021: de Rafael Alberti, «Retornos de los días colegiales», de Concha Méndez, «Los mapas de la escuela» y de Vicente Aleixandre, «Al colegio»

 

Hoy la propuesta es  un conocidísimo poema de Rafael Alberti, «Galope». Pertenece a su poesía comprometida, la que compuso como «poeta en la calle» al servicio de la República en la Guerra Civil Española. Alberti exhorta a derrotar y a expulsar a los enemigos del pueblo, esto es, a los que se levantaron en armas contra el gobierno de la República. Las tres estrofas, la repetición tres veces del estribillo y las tríadas de palabras («las tierras, las tierras, las tierras»; «suenan, resuenan, resuenan»; «nadie, nadie, nadie») y estructuras crean un ritmo muy marcado que retumba cada vez más en el poema y ayuda a expresar ese sentimiento de deseo de victoria que simboliza el caballo, cabalgado por el pueblo. Como dicen Miguel Díez y Paz Díez, «pasadas aquellas circunstancias fatídicas de la historia española, el poema de Alberti sigue resonando con la misma vibración apasionada y rítmica, pero ahora -es lícito suponerlo- para proclamar la lucha sin cuartel contra tantos enemigos de toda época y ocasión, como son los hipócritas y los cínicos, los injustos y corruptos, los fanáticos y violentos, etc; en resumen, y como decía Machado, "esa mala gente que camina / y va apestando la tierra"». Leamos y escuchemos este poema y veremos su innegable vigencia en un mundo como el nuestro.

Acompaño el poema con tres versiones musicales del mismo, una ya clásica a cargo del magistral Paco Ibáñez (con el recitado del propio autor) y dos más actuales de dos grupos de rock, Niños mutantes y Sínkope, que nos vuelven a poner sobre aviso de que las palabras de este poema siguen muy presentes.

GALOPE

Las tierras, las tierras, las tierras de España,

las grandes, las solas, desiertas llanuras.

Galopa, caballo cuatralbo,

jinete del pueblo,

al sol y a la luna.

 

¡A galopar,

a galopar,

hasta enterrarlos en el mar!

A corazón suenan, resuenan, resuenan

las tierras de España, en las herraduras.

Galopa, jinete del pueblo,

caballo cuatralbo,

caballo de espuma.

 

¡A galopar,

a galopar,

hasta enterrarlos en el mar!

 

Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;

que es nadie la muerte si va en tu montura.

Galopa, caballo cuatralbo,

jinete del pueblo,

que la tierra es tuya.

¡A galopar,

a galopar,

hasta enterrarlos en el mar!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario