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lunes, 16 de noviembre de 2015

¿QUÉ ES EL MODERNISMO? (2)

Valle-Inclán
Como complemento a la definición de «modernismo» que hizo López Chavarri en 1902, traigo ahora la lúcida reflexión del genial Valle-Inclán sobre este movimiento, publicada en el prólogo a Sombras de vida de Melchor Almagro en 1903. Para él, los jóvenes escritores de entonces perseguían «un vivo anhelo de personalidad» y ponían «más empeño por expresar sensaciones que ideas». Estos eran los rasgos característicos del nuevo arte modernista y no tanto los sorprendentes recursos literarios empleados por él.


Si en la literatura actual existe algo nuevo que pueda recibir con justicia el nombre de «modernismo», no son, seguramente, las extravagancias gramaticales y retóricas, como creen algunos críticos candorosos, tal vez porque esta palabra «modernismo», como todas las que son muy repetidas, ha llegado a tener una significación tan amplia como dudosa. Por eso no creo que huelgue fijar en cierto modo lo que ella indica o puede indicar.

La condición característica de todo el arte moderno, y muy particularmente de la literatura, es una tendencia a refinar las sensaciones y acrecentarlas en el número y en la intensidad. Hay poetas que sueñan con dar a sus estrofas el ritmo de la danza, la melodía de la música y la majestad de la estatua. Teófilo Gautier, autor de la Sinfonía en blanco mayor, afirma en el prefacio á las Flores del Mal que el estilo de Tertuliano tiene el negro esplendor del ébano.

Según Gautier, las palabras alcanzan por el sonido un valor que los diccionarios no pueden determinar. Por el sonido, unas palabras son como diamantes, otras fosforecen, otras flotan como una neblina.

[...] Esta analogía y equivalencia de las sensaciones es lo que constituye el «modernismo» en literatura. Su origen debe buscarse en el desenvolvimiento progresivo de los sentidos, que tienden a multiplicar sus diferentes percepciones y corresponderlas entre sí formando un solo sentido, como uno solo formaban ya para Baudelaire.

La lectura del soneto «Correspondances» de Baudelaire  y el comentario de algunas sinestesias empleadas por Rubén Darío ya nos habían puesto sobre la pista de esta «equivalencia de las sensaciones» que aquí apunta Valle-Inclán. 

miércoles, 29 de febrero de 2012

MALDITOS, BOHEMIOS, DANDIS, DECADENTES

Henri Fantin-Latour,  "Un Coin de table" 
[Verlaine y Rimbaud a la izquierda] 
Fruto de su raíz romántica, muchos artistas de finales del siglo XIX y de principios del siglo XX rechazaron las normas y convenciones sociales de la época, desarrollaron nuevas y originales formas de expresión que no fueron entendidas por el público del momento, cultivaron la estética del perdedor y llevaron un estilo de vida bohemio: Paul Verlaine los llamó  los poetas malditos.
La bohemia como fenómeno sociológico nació en el Barrio Latino de París durante el periodo romántico. Bohemia no significa tanto una forma de vida como una manera de ser artista. La bohemia es el aprendizaje de la vida artística. El bohemio tiene como norte el sentido artístico de la vida, dedica su vida a la Religión del Arte y desea formar una sociedad bohemia en donde poder vivir colectivamente la pasión del arte.
Ramón Mª del Valle-Inclán
La actitud antiburguesa y las posturas inconformistas y de protesta caracterizan el talante del bohemio. Muestran su odio a la burocratización de la vida, a la uniformidad social y a la mercantilización del arte. Los bohemios desprecian igualmente la moral burguesa (orden, familia, religión,…) y el código estético de la burguesía (el Realismo sin sensibilidad ni imaginación).
La actitud de rebelión de los bohemios se manifiesta en la enajenación voluntaria (a través de los paraísos artificiales de las drogas o el alcohol, del sexo o del arte), en la adopción de la estética del perdedor y del maldito y en la oposición a vender su arte y su talento. Además, los bohemios crearon una jerga propia que aunaba los vocablos del “argot golfo”, una ironía ácida y corrosiva, las paradojas, las ocurrencias mordaces y provocativas y gran cantidad de expresiones literaturizadas. Para saber más de la bohemia, tan certereramente retratada por Valle-Inclán en Luces de bohemia, puedes consultar este enlace: bohemia literaria española
Ser dandi a finales del siglo XIX era también una manera de despreciar el gusto del vulgo, de manifestar una inclinación por lo refinado, lo elegante y lo original y de mostrar insatisfacción hacia todo lo que ofrecía la prosaica realidad.
Malditismo, bohemia y dandismo se entrecruzan en gran parte de los más geniales escritores de la época: desde Baudelaire y Rimbaud hasta Rubén Darío y Valle-Inclán. Todos ellos beben de la estética del Decadentismo, que representa una nueva sensibilidad que se siente atraída por lo excitante y lo oscuro ("la carne, la muerte y el diablo" es su lema) y una radical insatisfacción con la realidad.

martes, 28 de febrero de 2012

ENTRE BOSQUES DE SÍMBOLOS

"Entre bosques de símbolos" anda el hombre, en palabras de Baudelaire, tratando de descifrar y ejecutar la música del mundo y de las ideas. Asistimos al nacimiento de la poesía moderna...

Ya hemos comentado en otra entrada todo lo que debe el Modernismo a la literatura francesa: el poder del símbolo, la capacidad de evocación, la musicalidad del poema, el recurso de la sinestesia, ... Os dejo el soneto de Charles Baudelaire que está considerado como una declaración de principios estéticos del Simbolismo. Como sois muchos quienes leéis en francés presento el poema de Las flores del mal en su idioma original y en la traducción al castellano del poeta Edmundo Gómez Mango.

Correspondances

La Nature est un temple où de vivants piliers
Laissent parfois sortir de confuses paroles ;
L'homme y passe à travers des forêts de symboles
Qui l'observent avec des regards familiers.

Comme de longs échos qui de loin se confondent
Dans une ténébreuse et profonde unité,
Vaste comme la nuit et comme la clarté,
Les parfums, les couleurs et les sons se répondent.

Il est des parfums frais comme des chairs d'enfants,
Doux comme les hautbois, verts comme les prairies,
- Et d'autres, corrompus, riches et triomphants,

Ayant l'expansion des choses infinies,
Comme l'ambre, le musc, le benjoin et l'encens,
Qui chantent les transports de l'esprit et des sens.


CORRESPONDENCIAS

Naturaleza es templo donde vivos pilares
dejan salir a veces sus confusas palabras;
por allí pasa el hombre entre bosques de símbolos
que lo observan atentos con familiar mirada.

Como muy largos ecos de lejos confundidos
en una tenebrosa y profunda unidad,
vasta como la noche, como la claridad
perfumes y colores y sones se responden.

Hay perfumes tan frescos como carnes de niños,
dulces como el oboe, verdes como praderas,
y hay otros corrompidos, ricos y triunfantes,

que la expansión poseen de cosas infinitas,
como el almizcle, el ámbar, el benjuí y el incienso,
que cantan los transportes del alma y los sentidos
.