En la segunda década del siglo XX se dan a conocer en España artistas e intelectuales que se oponen a todos los movimientos culturales del siglo XIX (Romanticismo, Realismo y también el Modernismo), a los que consideran trasnochados y caducos.
Se les ha llamado "Generación del 14" porque la fecha de 1914 (comienzo de la Primera Guerra Mundial) se toma como el final social, político y cultural del siglo XIX. A estos nuevos autores se les llama también novecentistas, ya que adoptan el nombre del nuevo siglo.
Se caracterizan por su rigurosa preparación intelectual, por tener una mentalidad más europeísta y racional que la generación anterior (a la que sí respetan) y por su concepción del arte como una actividad desprovista de emociones personales y de inquietudes políticas y religiosas. Defienden el "arte puro", alejado del subjetivismo y de los sentimientos, que solo aspira a proporcionar placer estético, y la "obra bien hecha" por lo que trabajan cuidadosamente todos los aspectos formales.