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jueves, 15 de octubre de 2015

¿PARA QUÉ SIRVE LA LITERATURA?

Leer nos enriquece la vida. Con el libro volamos a otras épocas y a otros paisajes; aprendemos el mundo, vivimos la pasión o la melancolía. La palabra fomenta nuestra imaginación: leyendo inventamos lo que no vemos, nos hacemos creadores. [José Luis Sampedro]

  Encontrado en breathingbooks.tumblr.com
«¿Para qué sirve la literatura?» es la pregunta que inevitablemente siempre se hace uno cuando empieza a estudiar literatura. No solo la hacen aquellos a los que no les gusta sino que también se la hacen los lectores y los autores.
Las obras literarias, como cualquier otra obra de arte, están hechas para que disfrutemos con ellas. El escritor quiere que nos entretengamos o emocionemos con lo que él ha creado. La literatura busca ante todo el placer estético, pero esto no quiere decir que sea solo un mero entretenimiento. Para algo servirá la literatura, como dice Vargas Llosa, cuando seguimos leyendo poemas y narraciones en pleno siglo XXI. Será porque nos aporta un montón de experiencias más: muestra situaciones y problemas que nos pueden servir de enseñanza e incitar a la reflexión y el intercambio de ideas, sirve para comprender mejor el mundo y para reflexionar sobre la vida y sobre el ser humano, es útil para sensibilizarnos acerca de nuestra realidad y para tratar de cambiarla, además puede ayudarnos a evadirnos o despertar en nosotros un sentimiento de liberación o aguijonear nuestra imaginación...
El entretenimiento de la literatura no es efímero porque nos deja, en palabras de Vargas Llosa otra vez, una «marca secreta y profunda en la sensibilidad y en la imaginación». Seguramente, una vida sin literatura sería una vida vacía.

La literatura es enormemente útil porque es una fuente de insatisfacción permanente. Crea ciudadanos descontentos, inconformes. Nos hace a veces más infelices, pero también nos hace muchísimo más libres. [MarioVargas Llosa]

 

lunes, 16 de septiembre de 2013

LEER PARA VIVIR

Amilkar Feria Flores

Leer para vivir

(Gustave Flaubert)


La última entrada del blog del curso pasado estaba dedicada a sugerencias de lectura para el verano y la primera del presente curso 2013-2014 la dedicaré nuevamente a invitaros a todos a la lectura, pero de un modo distinto. En otras entradas los testimonios de Jorge Luis Borges ("el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación") o de José Luis Sampedro ("el libro como mensajero de nuestra voz y la defensa para pensar con libertad") nos animaron a esa apasionante aventura que es la lectura. Aventura que además se convierte en placer, del que se disfruta y goza intensamente, y que se va educando y refinando a lo largo de la vida.
Ahora, como nueva invitación a la lectura, quiero dejar aquí transcritas las sabias palabras del filósofo Emilio Lledó que profundizan en el significado del acto de la lectura, entendido como descubrimiento del mundo y de nosotros mismos y como instrumento para forjarnos como personas, esto es, como seres que piensan y cuyo pensamiento solo se nutre de libertad.

La lectura, los libros, son el más asombroso principio de libertad y fraternidad. Un horizonte de alegría, de luz reflejada y escudriñadora, nos deja presentir la salvación, la ilustración, frente al trivial espacio de lo ya sabido, de las aberraciones mentales a las que acoplamos el inmenso andamiaje de noticias siempre las mismas, porque es siempre el mismo nuestro apelmazado cerebro. Los libros nos dan más, y nos dan otra cosa. En el silencio de la escritura cuyas líneas nos hablan, suena otra voz distinta y renovadora. En las letras de la literatura entra en nosotros un mundo que, sin su compañía, jamás habríamos llegado a descubrir. Uno de los prodigios más asombrosos de la vida humana, de la vida de la cultura, lo constituye esa posibilidad de vivir otros mundos, de sentir otros sentimientos, de pensar otros pensares que los reiterados esquemas que nuestra mente se ha ido haciendo en la inmediata compañía de la triturada experiencia social y sus, tantas veces, pobres y desrazonados saberes.
La literatura no es sólo principio y origen de libertad intelectual, sino que ella misma es un universo de idealidad libre, un territorio de la infinita posibilidad. Los libros son puertas que nadie podría cerrarnos jamás, a pesar de todas las censuras. Sólo una censura sería realmente peligrosa: aquella que, inconscientemente, nos impusiéramos a nosotros mismos porque hubiéramos perdido, en la sociedad de los andamiajes y los grumos mentales, la pasión por entender, la felicidad hacia el saber.

Toda verdadera liberación, todo gozo de vivir y de sentir, empieza en nuestra mente. Y esa mente, parte ideal de nuestro cuerpo en la prodigiosa red de sus neuronas, requiere también alimentación y sustento. Las palabras son la sustancia de las que la inteligencia se nutre. Y esas palabras vienen engarzadas en la original sintaxis de la literatura. Un mundo hecho lenguaje, argumentado y construido desde un infinito espacio donde todo el decir, todo el sentir, es posible. Pero un mundo, además, que, en su soledad, en su maravillosa inocencia y libertad, ya nadie manipula, nadie tergiversa, nadie puede ya falsear y alterar. [Puede leerse íntegro el texto de Lledó en este enlace: Necesidad de la Literatura]

Leer para entender, para entendernos, para aprender, para divertirse, para descubrir, para soñar, para sentir, para imaginar, para reflexionar, para viajar, para aprender, para evadirse, para emocionarse, para vivir. Leer para vivir plenamente.

Como ya nos advirtió Alberto Manguel en Una historia de la lectura, una vez que hemos aprendido a leer, "no tenemos otro remedio que leer. Leer, casi tanto como respirar, es nuestra función esencial". No olvidemos nunca estas palabras si nuestra meta es ser personas libres, que no se someten ni se conforman fácilmente, y desarrollar todas nuestras capacidades.

lunes, 23 de enero de 2012

LA FUERZA DE LAS PALABRAS

"Las palabras tienen una vida apasionante"
En la prensa suelen aparecer artículos que tratan los mismos asuntos que  nosotros abordamos en clase, los relacionados con la lengua y la literatura. Os dejo el enlace a un artículo de la profesora Pilar García Mouton aparecido en Babelia (el suplemento cultural de El País) el pasado  sábado 21 de enero: LA FUERZA DE LAS PALABRAS. En este artículo se hace un recorrido por la vida de las palabras: por su nacimiento, por la compañía que nos hacen, por el poder de evocación que tienen, por sus viajes, por su capacidad para transformarse,...  Las palabras, sin duda, forman parte de nuestro patrimonio cultural. Siempre resulta estimulante que se valore aquello que empleamos diariamente y en lo que apenas reparamos.
El escritor José Luis Sampedro escribió hace unos años una apasionada defensa de la palabra ("Valor de la palabra") que complementa muy acertadamente este artículo: leer y escribir siguen siendo los únicos caminos para conquistar la libertad y para fomentar la imaginación, es decir, para ser mejores seres humanos.

VALOR DE LA PALABRA
Leer nos enriquece la vida. Con el libro volamos a otras épocas y a otros paisajes; aprendemos el mundo, vivimos la pasión o la melancolía. La palabra fomenta nuestra imaginación: leyendo inventamos lo que no vemos, nos hacemos creadores. Ahora nos gritan que vale más la imagen y con la televisión -la primera escuela- se inculca a los niños, antes de que hablen, los dos desafueros del sistema: la violencia y el consumo. Con esas cadenas el poder político y el económico nos educan para ciudadanos pasivos, sin imaginación porque siempre es peligrosa para los poderes establecidos. Y ante esas imágenes carecemos de voz: no tenemos medios para televisar contrariamente mensajes de tolerancia y sensatez (quizás ahora, con Internet...).
José Luis Sampedro
          Hace cinco siglos la imprenta nos libró de la ignorancia llevando a todos el saber y las ideas. El alfabeto fomentó el pensamiento libre y la imaginación: por eso ahora nos quieren analfabetos. Frente a las imágenes impuestas necesitamos más que nunca el ejercicio de la palabra, siempre a nuestro alcance. El libro, que enseña y conmueve, es además ahora el mensajero de nuestra voz y la defensa para pensar con libertad. 

¿Qué son para ti las palabras? Escribe tu opinión en el apartado de comentarios. El blog se abre a tu participación activa, no es solo un almacén de apuntes y de ejercicios.