lunes, 6 de mayo de 2013

BORGES NOS PRESENTA A CORTÁZAR

Jorge Luis Borges nos cuenta cómo era el escritor argentino Julio Cortázar en el prólogo a la edición que preparó de sus Cuentos. Una estupenda presentación  en la que nos refiere cómo se publicó su primer cuento, Casa tomada, y en la que nos muestra apuntes reveladores del mundo de Cortázar, de sus personajes y de su estilo.
Ambos autores se profesaron mutua admiración: para Cortázar el choque que le produjo la escritura de Borges fue sin duda el más grande que recibió de ningún otro autor; el testimonio de Borges lo podemos leer a continuación.

Hacia mil novecientos cuarenta y tantos, yo era secretario de redacción de una revista literaria, más o menos secreta. Una tarde, una tarde como las otras, un muchacho muy alto, cuyos rasgos no puedo recobrar, me trajo un cuento manuscrito. Le dije que volviera a los diez días y que le daría mi parecer. Volvió a la semana. Le dije que su cuento me gustaba y que ya había sido entregado a la imprenta. Poco después, Julio Cortázar leyó en letras de molde Casa Tomada con dos ilustraciones a lápiz de Norah Borges. Pasaron los años y me confió una noche, en París, que ésa había sido su primera publicación. Me honra haber sido su instrumento.
   El tema de aquel cuento es la ocupación gradual de una casa por una invisible presencia. En ulteriores piezas Julio Cortázar lo retomaría de un modo más indirecto y por ende más eficaz.
   Cuando Dante Gabriel Rossetti leyó la novela Cumbres Borrascosas le escribió a un amigo: «La acción transcurre en el infierno, pero los lugares, no sé por qué, tienen nombres ingleses.»Algo análogo pasa con la obra de Cortázar. Los personajes de la fábula son deliberadamente triviales. Los rige una rutina de casuales amores y de casuales discordias. Se mueven entre cosas triviales: marcas de cigarrillo, vidrieras, mostradores, whisky, farmacias, aeropuertos y andenes. Se resignan a los periódicos y a la radio. La topografía corresponde a Buenos Aires o a París y podemos creer al principio que se trata de meras crónicas. Poco a poco sentimos que no es así. Muy sutilmente el narrador nos ha atraído a su terrible mundo, en que la dicha es imposible. Es un mundo poroso, en el que se entretejen los seres; la conciencia de un hombre puede entrar en la de un animal o la de un animal en un hombre. También se juega con la materia de la que estamos hechos, el tiempo. En algunos relatos fluyen y se confunden dos series temporales.
   El estilo no parece cuidado, pero cada palabra ha sido elegida. Nadie puede contar el argumento de un texto de Cortázar; cada texto consta de determinadas palabras en un determinado orden. Si tratamos de resumirlo verificamos que algo precioso se ha perdido.

[Joge Luis Borges, prólogo a la edición de Cuentos de Julio Cortázar, Hyspamérica ediciones] 

En este enlace os presento una  selección de cinco cuentos de Julio Cortázar, entre ellos el mencionado Casa tomada. Completan esta breve antología cuatro piezas magistrales de Cortázar: Continuidad de los parques (o la superposición de realidad y ficción), La noche boca arriba (donde juega con el tiempo admirablemente), No se culpe a nadie (en el que el terror irrumpe en lo cotidiano) y La isla a mediodía (en el que vuelve a mezclar realidad y ficción). Espero que sean una buena manera de entrar en ese mundo tan particular de sus cuentos, verdaderas joyas a las que el autor comparó con la esfera: «[el cuento] es algo que tiene un ciclo perfecto e implacable; algo que empieza y termina satisfactoriamente como la esfera en que ninguna molécula puede estar fuera de sus límites precisos».
 

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