El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho
Miguel de Cervantes
En un artículo publicado ayer por El país, escrito por Javier Sampedro a raíz de un estudio publicado en la revista Science, descubrimos (aunque ya lo barruntábamos) que la literatura (solo la gran literatura) estimula las áreas cerebrales implicadas en la emoción social y la empatía, esto es, las que nos permiten ponernos en la piel del otro.
"La alta literatura nos obliga a expandir nuestro conocimiento de las vidas de otros, y a
percibir el mundo desde varios puntos de vista simultáneos": esta es una de las principales conclusiones de un estudio de la Nueva Escuela de Investigación Social de Nueva York. Frente a otras formas de literatura popular (best sellers, literatura comercial, libros intrascendentes,...), solo las obras literarias de ficción y de calidad, requieren "una implicación intelectual y un pensamiento creativo de sus lectores", por lo que ponen en funcionamiento capacidades fundamentales para nuestro desarrollo como seres humanos inteligentes y creativos.
Amilkar Feria Flores |
Este estudio viene a demostrar científicamente lo que pensábamos acerca de las enormes posibilidades intelectuales y emocionales que proporciona la literatura: con ella vives todo con más intensidad, aprendes nuevos conocimientos, te entretienes, fomentas la imaginación, comprendes mejor lo que te rodea y a los demás, ayudas a mejorar la expresión,..., y además estimulas y activas facultades de la mente. Todo un prodigio a nuestro alcance.
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