jueves, 13 de octubre de 2016

DARÍO FO, EL ÚLTIMO JUGLAR

La muerte del dramaturgo italiano Darío Fo, Premio Nobel de Literatura en 1997, deja al teatro contemporáneo sin uno de los referentes más importantes por su  poder crítico y su capacidad para la sátira y el humor.
Como homenaje os dejo para leer este fragmento de Muerte accidental de un anarquista, una de sus obras más conocidas, que cuenta la historia de un ferroviario anarquista acusado de un atentado terrorista que misteriosamente cae por la ventana de una comisaría tras el interrogatorio policial. En esta escena del segundo acto, durante la investigación de la defenestración, las palabras del Loco retumban especialmente entre nosotros por su vigencia.


Loco.
¿El pueblo pide una auténtica justicia? Nosotros en cambio conseguimos que se conforme con una menos injusta. Los trabajadores gritan basta ya de la vergüenza de la explotación bestial, y nosotros procuraremos sobre todo que no se avergüencen más; pero que sigan siendo explotados... quieren no morir más en las fábricas, y nosotros pondremos alguna protección complementaria, algún premio para las viudas. Quieren ver como desaparecen las clases... y nosotros haremos que ya no haya tanta diferencia, o mejor aún, ¡qué no se note tanto! Ellos quieren la revolución... y nosotros les daremos reformas, muchas reformas... los ahogaremos en reformas. O mejor aún, los ahogaremos en promesas de reformas, ¡porque tampoco se las daremos nunca!

Comisario jefe.
¡Pero bueno...está completamente loco!

Bertozzo.-
Pues claro, jefe, llevo una hora diciéndoselo.

Loco.
Mire, al ciudadano de a pie no le interesa que la mierda desaparezca, le basta con que se denuncie, estalle el escándalo y se pueda comentar. Para él, esa es la verdadera libertad y el mejor de los mundos, ¡aleluya!

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