La "España peregrina" es el nombre que puso José Bergamín a una revista que se publicó en México durante 1940 y que, por extensión, denomina también al conjunto de escritores españoles que marchó al exilio al finalizar la Guerra Civil.
Pertenecen a esta España peregrina la mayoría de los autores que publicaron durante las décadas de los años veinte y treinta: muchos de los poetas de la "Generación del 27", León Felipe, Alejandro Casona, Francisco Ayala, Arturo Barea, Rosa Chacel, Ramón J. Sender, Max Aub, José Bergamín,... Las obras que publican desde 1940 se conocen antes en México o Argentina que en España. Sus obras giran en torno a la nostalgia de la patria perdida, el recuerdo de la guerra, la crítica e imprecación contra los vencedores del conflicto, el deseo de recuperar el pasado, la experiencia dolorosa del exilio.
Como ejemplos de esta literatura leemos Réquiem por un campesino español de Ramón J. Sender y dos poemas de León Felipe que hablan del papel de la literatura en nuestros días. El primero fue escrito en los años cuarenta en México y supone una aguda reflexión acerca del significado de la palabra (o de los cuentos o de las mentiras: no son siempre sinónimos) en nuestra sociedad. Tiene múltiples lecturas: descubre la tuya.
SÉ TODOS LOS CUENTOS
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos...
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos...
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos...
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos...
Y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos…
Y sé todos los cuentos.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos...
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos...
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos...
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos...
Y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos…
Y sé todos los cuentos.
El segundo poema de León Felipe es Auschwitz. Refleja en él la descarnada impresión que le han causado los campos de concentración y aniquilación alemanes durante la Segunda Guerra Mundial: la visión de este infierno nada tiene que ver con la que nos han dado los grandes autores de la literatura universal (Dante, Blake, Rimbaud), es mucho más violenta y estremecedora. Ante esta dramática realidad que ha marcado la historia de la humanidad, el descubrimiento del infierno en la Tierra, solo queda escuchar el poema en voz del poeta.
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