Desde comienzos del siglo XIII hasta finales del siglo XIV se componen en Castilla una serie de obras escritas, en su totalidad o en parte, en estrofas de cuatro versos alejandrinos (porque aparecieron por vez primera en el Roman d'Alexandre francés), de catorce sílabas con cesura tras la séptima, con rima consonante, que se conocen con la denominación de cuaderna vía, según el nombre que aparece en la segunda estrofa del Libro de Alexandre:
Mester traigo fermoso, non es de joglaría;
mester es sen pecado, ca es de clerecía:
fablar curso rimado por la cuaderna vía
a sílabas cuntadas, ca es grant maestría.
Los cultivadores de la cuaderna vía en Castilla son escritores cultos, que han recibido estudios superiores en los Estudios Generales: son los «clérigos», esto es los hombres letrados que saben latín, sin necesidad de ser eclesiásticos. Su oficio o actividad literaria se conocerá, por tanto, como «mester de clerecía». Estos escritores comparten varios rasgos en común:
Página ilustrada del Libro de Alexandre. Biblioteca Nacional. Madrid |
- La forma métrica empleada, la cuaderna vía (que ya hemos comentado), que les separa tanto de la utilizada en los cantares de gesta del «mester de juglaría» como de la lírica popular.
- El dominio de los recursos retóricos (o figuras literarias), debido a su formación, y la consideración de que son los herederos de unos conocimientos transmitidos por otros a través de sus obras: en ellas suelen referirse al texto escrito que les sirve de modelo y desprecian cuanto no se sustente en una «autoridad», por lo que consideran engañosas las palabras de los juglares. La Biblia o los textos de autores latinos son sus principales referentes para sus obras, de temática religiosa o histórica, principalmente.
- La clara intención didáctica con la que escriben: para que sus palabras lleguen un público más amplio no sólo utilizan la lengua romance, sino que además recurren a las técnicas de los juglares (llamadas al público, epítetos, presencia del autor en la obra,...). Muchas de las obras del «mester de clerecía» se leían en voz alta a la puerta de los monasterios y así los monjes podían obtener unos ingresos para la economía del monasterio, que no era sólo un centro religioso, sino que también realizaba una importante labor cultural (copia de manuscritos) y asistencial (eran lugares adonde muchos acudían a curarse de sus enfermedades).
Las
obras más importantes del mester de clerecía en el siglo XIII son:
Manuscrito de los Milagros de Nuestra Señora, del siglo XIV. Real Academia Española. |
- Libro de Alexandre (anónimo): sobre Alejandro Magno, rey de Macedonia, prototipo de hombre culto y gran guerrero .
- Libro de Apolonio (anónimo): sobre el rey de Tiro que sufre numerosas peripecias en la búsqueda de su mujer e hija que han sido raptadas.
- Las obras de Gonzalo de Berceo, primer escritor de nombre conocido en nuestra lengua: vidas de santos (Vida de San Millán de la Cogolla, Vida de Santo Domingo de Silos, Vida de Santa Oria) y Milagros de Nuestra Señora, una colección de relatos en los que la virgen se muestra como intercesora de los humanos ante Dios.
El
mester de clerecía sigue vivo durante el
siglo XIV en las obras de Pero López de Ayala (Rimado de
palacio), Sem Tob de Carrión
(Proverbios morales) y Juan Ruiz
(Libro de Buen Amor), de quien hablaremos en otra entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario