El sábado pasado murió el escritor aragonés Javier Tomeo. Sirva esta entrada de pequeño homenaje a un autor que buscó plasmar un mundo personal en sus novelas cortas (El castillo de la carta cifrada, Amado monstruo, El Unicornio,...) y en sus libros de textos breves en forma de cuentos, de bestiarios, de microrrelatos o de microteatro. De uno de estos libros, Historias mínimas, entresaco dos textos brevísimos rebosantes de magia y de poesía, como la luna llena de ayer.
II
Mujer tejiendo junto a la ventana. Inesperadamente, entra un niño en la habitación, sosteniendo algo en el hueco de la mano.
NIÑO.- Madre, mira qué te traigo.
MADRE.- ¿Qué me traes?
NIÑO.- Una luz.
MADRE- ¿Dónde estaba?
NIÑO- En la charca debajo de la luna.
MADRE- ¿Te vio alguien cómo la cogías?
NIÑO- No, nadie.
MADRE- Anda, préndemela pues en el pelo.
Pausa. El NIÑO se alza sobre la punta de los pies y prende la luz en el cabello de la MADRE. Por un instante, la MADRE deja de tejer y sonríe.
XVII
[Las fotografías que acompañan los textos están sacadas de El Huffington Post y han servido para ilustrar el fenómeno de la superluna llena que se dio en la pasada noche de San Juan]
XVII
Los dos hombres están sentados en un banco, en la plaza del pueblo. Silencio. Estrellas, luna circular y el ulular paciente del mochuelo que reclama a su hembra.
HOMBRE PRIMERO.-Tomás.
HOMBRE SEGUNDO.-Qué.
HOMBRE PRIMERO.-Fíjate en aquella estrella.
HOMBRE SEGUNDO.- ¿En cuál?
HOMBRE PRIMERO.-En la que está junto a la veleta del campanario.
HOMBRE SEGUNDO.-Sí, ya lo veo, ¿qué pasa?
HOMBRE PRIMERO.-Mira.
Hincha el pecho, sopla con fuerza y la estrella se apaga.
HOMBRE SEGUNDO.- (Admirado.) ¡Oh!
Silencio. Por allá se acerca el borracho del acordeón. Muge una vaca y las gallinas del corral se despiertan sobresaltadas.[Las fotografías que acompañan los textos están sacadas de El Huffington Post y han servido para ilustrar el fenómeno de la superluna llena que se dio en la pasada noche de San Juan]
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