viernes, 8 de marzo de 2013

REESCRIBIENDO EL NOMBRE DE ALFONSO SASTRE

Alfonso Sastre
HAN BORRADO MI NOMBRE

Han borrado mi nombre
de todas las listas existentes.
En el Registro Civil debe de haber
algo como una sombra leve.
Pero a pesar de todo existo y ando
y consto por la fuerza
de mi nombre sencillo inscrito
en todas, todas, todas, todas las listas negras.

Alfonso Sastre (1971)

Alfonso Sastre es uno de los grandes dramaturgos del siglo XX de nuestro país. Sus apuestas rompedoras en la dramaturgia de los años del franquismo y sus ideas políticas (comunista durante la dictadura, militante del independentismo vasco en la democracia) han hecho que durante mucho tiempo su nombre no haya figurado en todas las listas en que debería figurar: la lista de los autores con una voz auténtica y un mundo personal, la lista de los autores con un afán de experimentación constante, la lista de los que no se dejan clasificar fácilmente por su estética,...
En esta página de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (Alfonso Sastre) podéis conocer su vida y fragmentos de sus obras.

Además de ser un hombre volcado en el teatro, como hemos comentado en clase a propósito de sus obras, de los grupos teatrales que fundó, de sus manifiestos, de sus adaptaciones de otros autores, de sus críticas teatrales y de sus ensayos sobre teatro, Alfonso Sastre ha cultivado igualmente otros géneros de manera magistral. Os muestro tres microrrelatos que escribió en su libro Las noches lúgubres, obra de 1964, en el que aborda el género del terror desde diferentes perspectivas.




NAGASAKI 
Me llamo Yanajido. Trabajo en Nagasaki y había venido a ver a mis padres en Hiroshima. Ahora, ellos han muerto. Yo sufro mucho por esta pérdida y también por mis horribles quemaduras. Ya sólo deseo volver a Nagasaki con mi mujer y con mis hijos.
Dada la confusión de estos momentos, no creo que pueda llegar a Nagasaki enseguida, como sería mi deseo; pero, sea como sea, yo camino hacia allá.
No quisiera morir en el camino. ¡Ojalá llegue a tiempo de abrazarlos!

El terror vivido por Yanajido con la explosión de la bomba atómica en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 no es el único que le espera: en Nagasaki el 9 de agosto explotará la segunda bomba atómica. Estos dos bombardeos atómicos causaron más de doscientas mil muertes. Una muestra del terror creado no por fuerzas sobrenaturales ni fantásticas, sino únicamente humanas. Un testimonio sobrecogedor que sirve para denunciar toda violencia.


EL ENFERMO
No comprendo este nuevo síntoma de mi enfermedad. He perdido por completo la vista y tengo la asfixiante sensación de estar encerrado. 
No sé cuántas horas (o días) habré estado sin sentido. 
Lo último que recuerdo es el brillo de una lamparilla y un rumor de sollozos en el cuarto. Ahora quisiera decir a todos que he vuelto en mí; pero he perdido, aparte del habla, también todo movimiento salvo el del brazo derecho, que, al moverme, tropieza con algo que debe ser la pared de la habitación pero que, por causa de la perturbación de la sensibilidad que sufro, a mí me parece como una tabla. También experimento extrañas sensaciones, como un perfume de flores que parece ascender desde mis pies. Son penosos fenómenos que, evidentemente, confirman la extremada gravedad de mi estado.

Un relato que no se lee sin un escalofrío y que recrea magistralmente un tópico del género de terror: el entierro prematuro.

PETICIÓN DE SOCORRO
Me dirijo a la Cruz Roja Internacional. He sido torturado hasta el punto de que me encuentro en peligro de muerte. Si sobrevivo, denunciaré estos hechos.
Hoy he sabido que van a someterme a una operación quirúrgica. He sabido también que el cirujano que va a operarme es uno de mis torturadores.
Si alguien encuentra este papel, hágalo llegar a su destino. ¡Es una petición de socorro!

Otro cuento espeluznante que nos muestra esa faceta combativa de Alfonso Sastre: la denuncia de las torturas que por motivos políticos se practican en las dictaduras y, a veces, en algunas democracias... Otra muestra del terror causado por el propio hombre.

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