Educar no es llenar, sino encender.
Jorge Wagensberg
Rescato en este inicio de curso escolar unos aforismos sobre educación que publicó hace un tiempo el pensador e investigador Jorge Wagensberg, fallecido en marzo de este año. Sus juicios muestran una gran lucidez y seguro que invitarán a pensar a profesores, alumnos y familias en este comienzo de curso.
Bajorrelieve romano que muestra una clase de su tiempo. |
1. Educar no es llenar, sino encender.
2. Educar es favorecer la adicción al gozo intelectual.
3. Aprender tiene tres fases: el estímulo, la conversación y la
comprensión, y con cada una de ellas existe la oportunidad para un gozo
intelectual.
4. El buen estímulo a favor del conocimiento está en las paradojas que surgen
entre lo que vemos y lo que creemos, por tal cosa la realidad no se puede
reemplazar por nada mejor a la hora de buscar estímulos. (¿Por qué no
dedicar un día de la semana a salir del aula para visitar la realidad que es,
por cierto, lo que tenemos más a mano?).
5. Conversar es escuchar antes de hablar: qué fácil, qué
difícil.
6. Conversar no es esperar turno para continuar con lo que se estaba
diciendo.
7. El gozo intelectual por conversación se produce cuando un punto de llegada
no coincide del todo con el anterior punto de salida. (¿Qué tal una
asignatura de conversación?).
8. Comprender es caer en la mínima expresión de lo
máximo compartido.
9. El gozo intelectual por comprensión ocurre en el momento exacto en el que
uno descubre que dos cosas diferentes tienen algo en común.
10. Enseñar a alguien es llevarlo, de la mano de la
conversación, hasta el borde mismo de la comprensión.
11. Enseñar no consiste en inyectar comprensiones, sino
en señalar caminos para tropezarse con ellas.
12. Los estímulos que se revuelcan en sí mismos y que no
conducen a una conversación o a una comprensión no son el principio de
educación alguna, sino el fin último de alguna clase de pornografía (el best
seller de diseño, la llamada autoayuda…).
13. La clase magistral en la que más de cien alumnos
asisten a una exposición —que siempre pueden leer antes o después— es un timo
educativo.
14. Se puede estimular y conversar, pero comprender, lo
que se dice comprender, se comprende siempre en la más estricta soledad.
15. Diez personas pasean y conversan (método
peripatético); 40 escuchan y quizá pregunten, pero ya no conversan; 100 son
espectáculo, y 500, ceremonia.
16. Conocimiento sin crítica es más preocupante que
crítica sin conocimiento.
17. El examen tradicional se parece a una confesión
forzada en la que el alumno accede a simular que ha comprendido.
18. En los primeros diez años de escuela quizá solo
merezcan la pena dos cosas: ejercitar el lenguaje (leer y escribir en varios
idiomas, matemática, música, dibujo…) y entrenar el hábito de la conversación y
la crítica.
19. En la escuela, ni una sola idea blindada contra la
duda, ni una sola.
20. Las creencias no se enseñan, se trasfunden.
21. Combinando solo cuatro conceptos (lo propio y lo
ajeno, la alegría y la tristeza) se obtienen las pasiones humanas elementales: compasión:
tristeza propia por la tristeza ajena; morbo: alegría propia por la
tristeza ajena; alegría empática: alegría propia por la alegría ajena; autoestima:
alegría propia por la alegría propia; autocompasión: tristeza propia por
la tristeza propia…
22. La educación es un recurso cultural para matizar una
pasión natural (prestigiar la compasión, desprestigiar la envidia…)
23. Ni siquiera comer es una excusa para aplazar el
conocer, por lo menos mientras la hipoglucemia no nos nuble la vista.
24. Existe una inversión en la que siempre se gana y cuyo
beneficio siempre cabe en el equipaje de mano, no se puede perder, ni nadie
puede robar: la educación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario