A
mediados del siglo XIX, predominan ya en los medios artísticos los principios
estéticos del Realismo, movimiento artístico influido por el positivismo
filosófico que nace de la depuración de los elementos más idealistas del
Romanticismo, que ya no agradan a la sociedad burguesa
de ese tiempo.
Gustave Caillebotte, Los acuchilladores de parqué (1875) |
Enorme
importancia tiene el evolucionismo o
darwinismo, propuesto por el naturalista inglés Charles Darwin - El origen de las especies (1859), El origen del hombre (1851)-, según el
cual los diversos seres vivos resultan de la evolución y selección natural de
los mejor adaptados al medio ambiente, a través de la lucha por la existencia y
gracias a la transmisión de los caracteres por la herencia. Por esos años, en
1866, el botánico austríaco Gregor Mendel había descubierto las leyes de la
herencia biológica.
Herbert von Herkomer, En huelga (1891) |
Durante
la segunda mitad del siglo XIX alcanza también gran influencia el marxismo. En El capital, Karl Marx
estudia la sociedad capitalista, sujeta también a unas leyes específicas. Desde
principios materialistas, Marx afirma que el motor del desarrollo histórico es
la lucha de clases y explica así las causas de las revoluciones burguesas y las
contradicciones de la nueva sociedad capitalista, contradicciones que propician
nuevas revoluciones, en este caso proletarias. La filosofía marxista, por
tanto, no se limita a interpretar el mundo, sino que propone transformarlo, lo
que explica que el marxismo se convirtiera en la ideología preponderante en los
movimientos obreros de fin de siglo.
La
repercusión de todas estas ideas en el arte, en general, y en la literatura, en
particular, de la segunda mitad del siglo XIX es decisiva, como se comprueba en
los siguientes rasgos generales de la literatura realista:
- Observación y descripción precisa de la realidad. Es el principio básico del realismo al que obedece su propia denominación. Este interés por la observación de la realidad es paralelo a los métodos de observación característicos de las ciencias experimentales: los escritores llegan a documentarse sobre el terreno anotando apuntes sobre personajes o ambientes, o bien consultan libros, de los que extraen la información precisa. La vida real se convierte así en objeto estético.
- Ubicación próxima de los hechos. Frente a la evasión espacio- temporal del Romanticismo, los autores realistas escriben sobre lo que conocen, con lo que sitúan sus obras en el presente y en lugares próximos. La mirada se desplaza hacia lo cotidiano, eliminando el subjetivismo y la fantasía y controlando los excesos de la imaginación y del sentimentalismo.
- Frecuente propósito de crítica social y política. La intención sociopolítica varía según la ideología particular de cada escritor. En general, los autores conservadores describen la realidad para mostrar su degradación y postular un retorno a los valores tradicionales. Los progresistas también muestran las lacras sociales, pero éstas, según ellos, obedecen a la pervivencia de una mentalidad conservadora que lastra el avance hacia el mundo nuevo.
- Estilo sencillo y sobrio. Los realistas no solo abandonan los temas legendarios del Romanticismo, sino que rechazan la pomposa retorica romántica. El ideal de estilo es la claridad y la exactitud, como corresponde al deseo de acercar la labor del escritor a la del científico.
- Predilección por la novela. El género literario por excelencia fue la novela, que alcanzó un auge inusitado. Según los realistas, la prosa narrativa era el género adecuado para reflejar la realidad en su totalidad. Los rasgos típicos de la novela realista son:
- -Verosimilitud. Las historias son como fragmentos de realidad. aunque inventadas por su autor, se basan en la experiencia cotidiana, y tanto los protagonistas como los ambientes son creíbles. Han desaparecido del relato los sucesos inverosímiles, los hechos maravillosos y las aventuras insólitas.
- -Protagonistas individuales o colectivos. Los protagonistas de las novelas son o individuos que se relacionan problemáticamente con su mundo o grupos sociales completos, que permiten al novelista dar una visión global de la sociedad contemporánea. En el primer caso, se hace hincapié en el análisis psicológico del protagonista; en el segundo, en la descripción de los más variados ambientes y comportamientos, con la aparición de medios sociales ignorados por la novela hasta entonces (burguesía, proletariado, mendigos, desclasados,…). Se distinguen, pues, dos tipos de novela: la novela psicológica y la novela de ambientación social.
- -Narrador omnisciente. El narrador maneja por completo los hilos del relato: sabe lo que va a suceder, conoce hasta los más ocultos pensamientos de los personajes, interviene en la obra con juicios sobre hechos y personajes y con observaciones dirigidas al lector. Ello no es incompatible con fingir una mera actitud de cronista unos hechos, de notario de una realidad de la que es testigo. con el tiempo, este ideal de objetividad conduce a atenuar las apariciones del narrador en la obra.
- -Didactismo. Es corriente que los autores pretendan con sus novelas ofrecer una lección moral o social. Ello es así en las llamadas novelas de tesis, en las que el escritor desea demostrar una idea general a la que quedan subordinados el argumento, los personajes y el ambiente de la obra.
- -Estructura lineal. Los hechos transcurren de forma lineal en el tiempo, aunque no son extrañas las vueltas atrás para contar episodios pasados, pero éstas no interrumpen más que provisionalmente el hilo general de la narración.
- -Descripciones minuciosas. Las descripciones de interiores y exteriores y las de los mismos personajes son extremadamente detalladas, de modo que en las obras a veces predomina la descripción sobre la narración.
- -Aproximación del lenguaje al uso coloquial. El lenguaje narrativo se aproxima a la lengua de la conversación, a la que se eleva a la categoría de lengua literaria. Los autores se esfuerzan en adecuar el lenguaje a la naturaleza de los personajes, que hablan con arreglo a su condición social, a su origen geográfico o a sus propias particularidades.
Se
conoce como Naturalismo una
corriente literaria que se desarrolló durante el último tercio del siglo XIX,
fundamentalmente en Francia, y que tuvo como principal impulsor a Émile Zola (1840-1902), quien pretende
que la literatura se convierta, a semejanza de las ciencias naturales, en otra
ciencia cuyo objeto de estudio es el medio social. La literatura debe analizar
científicamente el comportamiento humano siguiendo los principios de la
observación y la experimentación. Para ello, parte de la idea de que el hombre
se encuentra determinado biológica y socialmente: no es en realidad libre,
puesto que los individuos están condicionados por su herencia genética y por el
ambiente social en que se mueven. El novelista, pues, a semejanza del
científico, ha de experimentar con sus personajes para comprobar cómo se
modifican sus reacciones según cambian las circunstancias y teniendo siempre en
cuenta su particular condición biológica heredada. Esto explica la preferencia
de los naturalistas por ambientes miserables y sórdidos y por personajes
tarados, alcohólicos, embrutecidos o víctimas de patologías diversa, ya que
tales casos permiten demostrar más concluyentemente la influencia determinante
de la biología y del medio social.
Técnicamente
se extreman los rasgos del Realismo: descripciones minuciosas, reproducción
fiel del lenguaje hablado … En cuanto al punto de vista narrativo, si el papel
del científico consiste solo en exponer y analizar los hechos, así ha de
proceder el novelista, que debe abstenerse de intervenir en la narración, por
lo que se propugna el ideal del narrador impersonal y objetivo.
Las
novelas tienen, además, una intención moral. Influidos por las ideas
socialistas, los naturalistas piensan que, ya que no se puede modificar la
herencia biológica, sí es posible igualar las condiciones sociales en que viven
los hombres. La novela naturalista contribuiría a proporcionar un conocimiento
más exacto de los seres humanos y de la sociedad, con el fin de poder
mejorarlos.
[Tomado de Lengua castellana y Literatura. 2º de Bachillerato, editorial Akal, 2009, obra entre otros de Ignacio Bosque, Julio Rodríguez Puértolas o Domingo Ynduráin]
[Tomado de Lengua castellana y Literatura. 2º de Bachillerato, editorial Akal, 2009, obra entre otros de Ignacio Bosque, Julio Rodríguez Puértolas o Domingo Ynduráin]
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