¡Solo un punto!
Sí, mar, ¡quién fuera,
cual tú, diverso cada instante,
coronado de cielos en su olvido;
mar fuerte -¡sin caídas!-,
mar sereno
-de frío corazón con alma eterna-
¡mar, obstinada imajen del presente!
Juan Ramón Jiménez, Diario de un poeta recién casado
Ricardo Gullón recogió en sus Conversaciones con Juan Ramón (1958) interesantísimas palabras del poeta de Moguer sobre la gestación, la composición, el contenido, la forma, la publicación, la recepción de la crítica y la trascendencia de Diario de un poeta recién casado, escrito en 1916 y publicado en 1917, obra clave en la historia de la poesía española del siglo XX. (La obra de Juan Ramón Jiménez se puede descargar en este enlace y un estudio muy completo se puede leer en esta página de José Antonio Serrano). Cedamos la palabra a Juan Ramón Jiménez.
«El único libro que escribí de un tirón fue el Diario. Es el único concebido como tal libro y escrito inmediatamente. Y tan pronto como lo escribí, lo publiqué; después seguí reeditándolo en la misma forma, sin corregirlo. [...] Cambié el título [por el de Diario de poeta y mar] porque quería destacar la importancia que en su gestación tuvo la presencia del mar, el contacto con el mar. El libro está suscitado por el mar y nació con el movimiento del barco que me traía a América [en su viaje a Nueva York de 1916 para casarse con Zenobia Camprubí]. En él usé por vez primera el verso libre: este vino con el oleaje, con el no sentirme firme, bien asentado.
El libro es el descubrimiento del mar, del amor y del cielo; tengo muy dentro de mí la la idea de que lo determinó el mar, y, según le digo, los problemas de él son los del cielo, amor y mar. Ortega y Basterra piensan que es un libro metafísico, y tienen razón. Unamuno me decía que la poesía debe ser siempre más ideológica que otra cosa, pero yo pienso que debe ser siempre más sorprendente, más bien encantadora.» [páginas 83 y 84]
«Lo creo mi mejor libro [...]. No se pone viejo. Perdone si hablo de él en esta forma, pero lo veo ya como cosa histórica, fuera de mí. Es un libro de descubrimientos, aparte de que desde él haya variado el movimiento del verso, la sintaxis poética. Con el Diario empieza el simbolismo moderno en la poesía española. Tiene una metafísica que participa de estética, como en Goethe. Y tiene también una ideología manifiesta en la pugna entre el cielo, el amor y el mar.
Creo que, sobre todo en la segunda parte, el libro tiene verdadera profundidad. Basterra fue el primero en sentirla y me lo comunicó en carta escrita desde Italia. Los críticos, cuando el libro se publicó, no la admitieron, y otros poetas necesitaron diez años para empezar a darse cuenta de ello.» [páginas 92 y 93]
«La prosa del Diario está escrita contra lo que vi en los Estados Unidos. Es casi siempre irónica.[...]. El verso libre mío es muy diferente del de Unamuno que es bíblico.[...] En otros poetas hay verso libre como el de Diario, pero es que ha salido de allí. La mitad de la poesía moderna, en España, viene del diario. Vea, si no: León Felipe; Salinas y sus Presagios, publicado por mí en la Biblioteca de Índice, en 1923; Moreno Villa y sus Evoluciones...[...]
Yo no sé por qué el Diario ha sido tan mal leído. Hay en él muchas cosas que nunca se han visto. Es un libro metafísico: en él se tratan los problemas de la creación poética, los problemas del encuentro con las grandes fuerzas naturales: el mar, el cielo, el sol, el agua... Ahora en estos años [1953-1955, cuando conversó con el profesor y crítico literario Ricardo Gullón] he vuelto a plantearlos en Animal de fondo»[páginas 90 y 91]
A continuación os dejo la presentación que preparé para explicar en clase la trayectoria poética de Juan Ramón Jiménez.
Muchas gracias por compartir este excelente trabajo.
ResponderEliminarGracias a ti por visitar el blog y por comentar. Un saludo.
Eliminar