Sobre la espinosa cuestión de los verbos semicopulativos, reproduzco lo que dice textualmente la Nueva Gramática de la Lengua Española (en su versión de manual), para aclarar todas las dudas que surgen a raíz de su inclusión en las actividades de sintaxis.
Los verbos semicopulativos o pseudocopulativos vinculan un sujeto con un atributo añadiendo algún contenido, a menudo aspectual o modal, como en Luis se puso morado; Ana quedó contenta; El negocio salió redondo; Te ves muy linda; El Gobierno se muestra favorable. A diferencia de los copulativos, estos verbos admiten también usos como verbos principales o plenos en los que seleccionan sus argumentos: Luis se puso el sombrero en la cabeza; Ana quedó con sus amigos en el parque; Ángel salió de su casa. Los verbos plenos pueden combinarse con expresiones predicativas sin que su significado se vea afectado,como en {Llegó cansado a su casa ~ Llegó a su casa}. Repárese en que Se puso enfermo (verbo semicopulativo) no implica ‘Se puso’, mientras que Llegó a casa (verbo pleno) implica ‘Llegó’. El atributo es, por tanto, imprescindible con los verbos semicopulativos, de manera que si se suprime enfermo en Se puso enfermo, cambiará el significado del verbo ( ponerse significa en algunos países ‘ponerse al teléfono’) o se obtendrá una oración anómala.
Los verbos semicopulativos proceden de verbos plenos a través de procesos de gramaticalización relativamente similares a los estudiados en las perífrasis verbales. Así, el verbo caer funciona gramaticalmente como verbo pleno y acepta complementos predicativos del sujeto en secuencias en las que se expresa movimiento descendente, como caer {desfallecido ~ extenuado ~ fulminado ~ malherido}. En cambio, en caer {enfermo ~ prisionero ~ herido}, el verbo se ha gramaticalizado como semicopulativo, de forma que de la idea de descenso se pasa a la de resultado de algún proceso. Se reconocen como verbos de movimiento (por tanto, verbos plenos) los que se subrayan en Andaba erguida; Llevaba a los niños al colegio; Salió despedido; La seguía contento; Vino a mi casa encantado, pero esos mismos verbos son semicopulativos, y ya no denotan movimiento, en Andaba preocupada; Llevaba dos años enfermo; Salió escarmentado; Seguía enamorado; La película vino precedida de una gran polémica.
Aunque tanto los verbos copulativos como los semicopulativos exigen la presencia del atributo, el de los segundos no se sustituye por el pronombre neutro lo (Susana estaba atónita > Lo estaba; Susana se quedó atónita > *Se lo quedó). Puede ser sustituido, en cambio, por los adverbios así, cómo y como: Susana se quedó así; ¿Cómo se quedó Susana?; como se quedó Susana. La mayor parte de los verbos semicopulativos se construyen con atributos adjetivales o adverbiales; más raramente con los nominales: hacerse (un) hombre, resultar un éxito, salir diputado, sentirse (un) héroe, verse (de) candidato.
Clasificación de los verbos semicopulativos
En función de los significados que expresan, los verbos semicopulativos pueden clasificarse en tres grupos:
1. Cambio: devenir un hecho, hacerse rico, ponerse enfermas, quedarse perplejo, salir herido, volverse taciturna.
2. Permanencia, persistencia o continuidad: andar preocupado, continuar graves, permanecer calladas, seguir vivo.
3. Manifestación o presencia: encontrarse en forma, hallarse indispuesta, lucir linda, mostrarse de acuerdo, pasar inadvertidos, presentarse favorables, revelarse insuficiente, verse horrible.
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