Este es el poema que Rubén Darío, el padre del Modernismo, le dedicó a su amigo Antonio Machado en 1905. Retrata en él al poeta y al hombre y es una perfecta carta de presentación de la forma de entender la literatura y la vida de Antonio Machado. Él mismo convirtió este poema en pórtico de sus Poesías completas desde la primera edición de 1917.
ORACIÓN POR ANTONIO MACHADO
Antonio Machado |
iba una y otra vez.
Su mirada era tan profunda
que apenas se podía ver.
Cuando hablaba tenía un dejo
de timidez y de altivez.
Y la luz de sus pensamientos
casi siempre se veía arder.
Era luminoso y profundo
como era hombre de buena fe.
Fuera pastor de mil leones
y de corderos a la vez.
Conduciría tempestades
o traería un panal de miel.
Las maravillas de la vida
y del amor y del placer,
cantaba en versos profundos
cuyo secreto era de él.
Montado en un raro Pegaso,
un día al imposible se fue.
Ruego por Antonio a mis dioses,
ellos le salven siempre. Amén.
Para seguir conociendo al escritor nada mejor que leer alguno de sus poemas, por ejemplo los que se recogen en la Antología poética mínima preparada por Jordi Doménech: allí podemos leer poemas de sus libros (Soledades, Campos de Castilla y Nuevas canciones) y de sus últimas composiciones ("Cancionero apócrifo" y "Poesías de la guerra").
En este enlace encontrarás la presentación que se mostró y explicó en clase: La obra poética de Antonio Machado.
La obra de Antonio Machado ha dado pie a muchísimas versiones musicales que puedes encontrar en Internet. Como muestra valgan dos de las más famosas, las de los cantautores Joan Manuel Serrat y Paco Ibáñez, sobre poemas de la serie de "Proverbios y cantares", que recoge sus composiciones más filosóficas en un formato típico de la poesía popular.