jueves, 6 de marzo de 2014

DESEO DE SER PIEL ROJA, RÉQUIEM POR UN POETA

El deseo de ser piel roja
Si uno pudiera ser un piel roja siempre alerta, cabalgando sobre un caballo veloz, a través del viento, constantemente sacudido sobre la tierra estremecida, hasta arrojar las espuelas porque no hacen falta espuelas, hasta arrojar las riendas porque no hacen falta riendas, y apenas viera ante sí que el campo era una pradera rasa, habrían desaparecido las crines y la cabeza del caballo.
Franz Kafka

La muerte de Leopoldo María Panero supone el final de una forma de escribir poesía. El poeta radical, transgresor, provocador, genial, lúcido, experimental, loco, crítico, inclasificable, que fue Panero, nos ha dejado una literatura que nos pertubará en cuanto nos acerquemos a ella. 
Para ello os presento "Deseo de ser piel roja", de su primer libro -Así se fundó Carnaby Street-, un poema en el que se identifica con el piel roja, con el personaje que vivió en libertad pero que estaba condenado siempre a la derrota, una evocación  del fin del  mundo de los ideales y el fin de la infancia. El hombre, expulsado del paraíso. El hombre, a la conquista de un sueño.
Deseo de ser piel roja
La llanura infinita y el cielo su reflejo.
Deseo de ser piel roja.
A las ciudades sin aire llega a veces sin ruido
el relincho de un onagro o el trotar de un bisonte.
Deseo de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto: no hay tambores
que anuncien su llegada a las Grandes Praderas.
Deseo de ser piel roja.
El caballo de hierro cruza ahora sin miedo
desiertos abrasados de silencio.
Deseo de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto y no hay tambores
para hacerlo volver desde el reino de las sombras.
Deseo de ser piel roja.
Cruzó un último jinete la infinita
llanura, dejó tras de sí vana
polvareda, que luego se deshizo en el viento.
Deseo de ser piel roja.
En la Reservación no anida
serpiente cascabel, sino abandono.
DESEO DE SER PIEL ROJA.
(Sitting Bull ha muerto, los tambores
lo gritan sin esperar respuesta. )

En esta entrevista que Leopoldo María Panero concedió en el año 2000 a José Antonio Labordeta podemos acercarnos a este autor singular y descubrir sus obsesiones, su mundo creativo, sus lecturas, sus inquietudes,...



Death's door.
Dibujo de William Blake
Para terminar transcribo uno de sus poemas de Contra España y otros poemas no de amor, "Réquiem por un poeta", una visión de su propia muerte.

Réquiem por un poeta
(Death's door. Sugerido por un dibujo de Blake)
Qué es mi alma, preguntas
a una imagen atado.
Es un dios en la sombra
rezándole a la sombra.
Es quizá un esclavo
lamiendo con su lengua las sobras de la vida.
La soga que en el cuello
llevábamos atada fácil es desatarla,
por cuanto es ilusión sólo, lo mismo que la vida, que el dolor y la muerte y el sueño del dinero.
La vejez dicen sólo responde a tu pregunta.
Una piel arrugada y un hombre al que avergüenza
mirarse al sediento espejo.
Un día moriré. Un día estaré solo,
un alce cabalgando en la calle, y el aire
será para mis ojos la señal de la huida.
Ya no serán manos  mis manos,
ni un solo buen recuerdo
a la vida me ligará ya entonces.
Veré pasar un niño por la acera de espanto
y le preguntaré mi nombre si mañana renazco.

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