En el Día Escolar de la Paz y la No Violencia, os propongo la lectura de este poema de Ángela Figuera Aymerich, una de las poetas que mejor ha expresado qué es la solidaridad y que mejor ha escrito en contra de las injusticias.
En otras entradas del blog podéis continuar con la lectura de otros poemas que han cantado a la paz, la solidaridad, la fraternidad y la no violencia, esos ideales que hoy están siendo atacados por los intransigentes y los retrógrados que ven en esas aspiraciones humanas un ataque a sus privilegios.
- No malgastéis la palabra «paz» (con poemas de Blas de Otero y Mario Benedetti).
- Repensando la paz (con poemas de Bertold Brecht).
- Pido la paz y la palabra (con poemas de César Vallejo, Blas de Otero y Miguel Hernández).
- Nadie está solo (con un poema de José Agustín Goytisolo).
Donde veas
que un muro con trabajo se levanta
para quitar al hombre frío y miedo,
acércate y coloca unos ladrillos
calientes con el roce de tus manos.
Donde veas
que un hombre marcha solo, acaso ciego,
acaso extraviado y sin cayado,
acércate y camina a su costado,
dale tu luz y canta por su boca.
Donde veas
que un joven ríe y besa a una muchacha
bajo la luna, el sol o el aguacero,
acércate en silencio y deja un trozo
del propio corazón junto a sus labios.
Donde veas
que un niño llora a solas o una madre
vacila bajo el peso de los hijos,
acude con la fuerza de tus brazos,
parte su pan y cuida de su lumbre.
Donde veas
que el látigo o la espada se levantan,
que la prisión redobla sus cerrojos,
que los fusiles amenazan muerte,
acércate y a pecho descubierto,
lanza un tremendo NO que salve al mundo.
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