miércoles, 28 de abril de 2021

LAS PALABRAS DE LA PANDEMIA EN EL DHLE



Os dejo este sketch o escena cómica que ha dedicado hoy el humorista Dani Mateo en laSexta a la última actualización del Diccionario histórico de la lengua española, relacionada con las palabras surgidas en la pandemia. En la imagen superior tenéis la captura de la entrada dedicada a "covidiota" y en el enlace al Diccionario podéis encontrar palabras por las que sintáis curiosidad acerca de su origen o historia. 

El vídeo es una muestra de cómo la lengua sirve también de trampolín para el humor y la creatividad, a partir de procedimientos de creación de palabras trabajados en clase como la composición y la derivación o los calcos semánticos y a partir de la observación y del estudio de cómo los medios de comunicación van recogiendo el habla de los usuarios.

viernes, 23 de abril de 2021

23 DE ABRIL: MANIFIESTO POR LA LECTURA


En la celebración del Día del Libro, comparto con los lectores del blog un capítulo del extraordinario Manifiesto por la lectura de Irene Vallejo, galardonada este año con el Premio de las Letras Aragonesas. En esta deliciosa obra reivindica la palabra y el libro, hermanos de la democracia y la libertad, tan necesarias en estos tiempos ásperos donde algunos se dedican a sembrar el odio y la mentira para difundir el racismo, la xenofobia, el machismo y el fascismo.

ALAS Y CIMIENTOS

Narramos, escribimos y leemos porque hemos fabricado la fabulosa herramienta del lenguaje humano. Por medio de las palabras, podemos compartir mundos interiores e ideas quiméricas. Cuando un animal fantasea —si tal cosa es posible—, carece de herramientas para contárselo a otro animal. Algunas especies están dotadas de habilidades comunicativas, en ocasiones asombrosamente complejas, pero ninguna puede compararse con las nuestras en flexibilidad, libertad y riqueza de matices. Este prodigio lingüístico nos permite coexistir en dos geografías: el espacio tangible que habitamos junto a miles de seres vivos y un universo paralelo que nos pertenece en exclusiva —el de la fantasía, el de las posibilidades, el de los símbolos—, al que ninguna otra criatura puede acceder.

Propulsados por el lenguaje y la creatividad, nuestros cerebros despegaron de la mera evolución biológica, cuya cadencia es implacablemente lenta, y elevamos el vuelo con las rápidas alas de la evolución cultural. Hace miles de años, la invención de una sofisticada tecnología, la escritura, abrió las puertas a conservar conocimientos, ideas y sueños, a expandirlos y hacerlos revivir con cada mirada que se posa en las letras de una página. El filósofo Richard Rorty piensa que leer nos cambió la mente de forma irreversible. Gracias a la lectura, hemos desarrollado una anomalía llamada «ojos interiores». Descubrir los personajes de una historia se parece a conocer gente nueva, comprendiendo su carácter y sus razones. Cuanto más diferentes son esos personajes, más nos amplían el horizonte y enriquecen nuestro universo. A través de los libros, anidamos en la piel de otros, acariciamos sus cuerpos y nos hundimos en su mirada. Y, en un mundo narcisista y ególatra, lo mejor que le puede pasar a uno es ser todos.

Leer nunca ha sido una actividad solitaria, ni siquiera cuando la practicamos sin compañía en la intimidad de nuestro hogar. Es un acto colectivo que nos avecina a otras mentes y afirma sin cesar la posibilidad de una comprensión rebelde al obstáculo de los siglos y las fronteras. Por el camino del placer, sobre los abismos de las diferencias, la lectura ofrece puentes colgantes de palabras. El psicólogo Raymond Mar y su equipo de la Universidad de Toronto probaron en 2006 que las personas que leen son más empáticas que las no lectoras, especialmente quienes frecuentan obras literarias. Un grupo de estudiantes debía elegir entre dos sobres: uno contenía La dama del perrito de Chéjov; el otro, un texto que describía exactamente la misma historia, pero en un lenguaje neutro, frío, casi documental, sin las inflexiones propias del antiguo oficio de la narración. Quienes leyeron las palabras de Chéjov lograron mejores calificaciones en las escalas de empatía, especialmente aquellos a quienes más emocionó el cuento. La cualidad de sumergirse en el lugar del otro y bucear en aguas distantes no solo enriquece nuestra intimidad, sino nuestra vida privada, la convivencia cotidiana, las habilidades sociales que desplegamos, y expande sus beneficios hasta la política internacional o los logros de las empresas.

El hábito de leer no nos hace necesariamente mejores personas, pero nos enseña a observar con el ojo de la mente la amplitud del mundo y la enorme variedad de situaciones y seres que lo pueblan. Nuestras ideas se vuelven más ágiles y nuestra imaginación, más iluminadora. Al asomarnos a la madriguera de un relato, escapamos de nosotros y nos proyectamos en los personajes de un país inventado. Sostiene Mario Vargas Llosa que

… la vida, injusta, nos obliga a ser siempre los mismos, cuando quisiéramos ser muchos, tantos como requerirían para aplacarse los incandescentes deseos de que estamos poseídos. (…) La buena literatura es siempre un desafío a lo que existe.

Anhelamos ver por otros ojos, pensar con otras ideas y sentir otras pasiones. La magia consiste en ponernos las lentes de la ficción y observar a través de ellas, deslizándonos en los placeres, los terrores o las ambiciones ajenas. Y, sin movernos de la cama, el universo entero nos pertenece, la inmensidad está al alcance de nuestros dedos.

En los mundos inventados nos encontramos, nos entendemos y aprendemos a colaborar. La filósofa estadounidense Martha Nussbaum, Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, defiende que la lectura forma parte de la preparación necesaria para vivir en democracia. Desde que los griegos lo ensayaron por primera vez hace milenios, este sistema es el más exigente y asombroso que hemos intentado. Pretende crear una convivencia que no se sustente en la fuerza, sino que se apoye en una delicada urdimbre de acuerdos y en una conversación incesante. Como nos recuerda Antonio Basanta, «de la palabra lector deriva el término elector». En el compás cotidiano de la experiencia democrática, todos y cada una tomamos con nuestro voto decisiones que tendrán consecuencias cruciales en la vida de otras personas. En un texto titulado La crisis silenciosa, Nussbaum reflexiona:

La capacidad de imaginar la experiencia del otro debe cultivarse y pulirse si queremos guardar alguna esperanza de afianzar la dignidad de ciertas instituciones, a pesar de las abundantes divisiones que albergan todas las sociedades modernas.

Cuanto mejores trapecistas seamos, capaces de esa pirueta que nos coloca en la mirada ajena, más sólida será la democracia que edificamos. El ejercicio de volar fortalece nuestros cimientos.

miércoles, 21 de abril de 2021

SOBRE EL USO DE "VOS" Y LAS FORMAS DE CORTESÍA

Para aclarar las dudas sobre el uso de vos en nuestra lengua y para conocer algo más sobre el empleo de las formas de cortesía, os invito a leer este texto entresacado del ameno y erudito libro Una lengua muy muy larga de la catedrática Lola Pons. Es una obra muy aconsejable para todos aquellos que queráis conocer historias curiosas y divertidas sobre el castellano.

 

Por vos muero

Este rótulo no va a aparecer en un cine español, pero sí en un cine argentino. Fumá afuera, apagá el celular, cuidá las butacas ... No aparece escrito vos, pero se está tratando al espectador de vos. Siglos atrás, el poeta toledano Garcilaso de la Vega también usaba este tratamiento y escribía al final de uno de sus más bellos sonetos:

Yo no nací sino para quereros;

mi alma os ha cortado a su medida;

por hábito del alma misma os quiero.

 

Cuanto tengo confieso yo deberos;

por vos nací, por vos tengo la vida,

por vos he de morir, y por vos muero. 

¿Qué hay de común en la historia de ese vos del cine y del vos poético de Garcilaso?

En latín no existía un pronombre específico de tratamiento cortés, pero el castellano, desde sus orígenes, sí lo tuvo, y fue vos. Vos era la forma que se utilizaba para dirigirse a superiores jerárquica o socialmente. En la Edad Media tratan de vos los hijos a sus padres, así se dirige la gente al clero y, por supuesto, cualquiera que hable a su señor o su amo. La dama a la que se dirige Garcilaso a principios del siglo XVI es tratada de vos, como muestra de máximo respeto.

Pero el propio siglo XV revela también una proliferación de uso de vos tan acusada que parecía presagiarse su catástrofe una centuria después. En efecto, en el siglo XVI ya empezamos a encontrar muchos ejemplos de vos usados para el trato entre iguales, y, paulatinamente, el pronombre perdió carácter reverencial hasta convertirse en una marca de trato familiar o incluso de desprecio. ¡Hay quien se ofende en el siglo XVI porque es tratado de vos! Solo en las zonas de América menos dominadas por los dictados lingüísticos de la metrópoli colonial (por ejemplo, la zona del Río de la Plata) no llegó esa nueva moda y se conservó el pronombre vos, con un valor de familiaridad equivalente a y asociado a unas formas verbales particulares, con imperativos que acentúan la vocal final y eliden -d.

El vos de respeto en el castellano peninsular terminó siendo reemplazado por vuestra merced (y su herencia, usted) a lo largo de los Siglos de Oro. Pero no solo han cambiado las formas, también lo ha hecho nuestro uso de las formas de cortesía. El lector tutea a sus padres pero tal vez sus padres trataban de usted todavía a los abuelos. El lector es apelado de en las tiendas y, si es estudiante, tal vez tutee al profesor. Nada de ello parecía posible hace treinta años. Yo por vos muero, querido lector.

Por eso lo trato de usted.

viernes, 16 de abril de 2021

ARAGONESISMOS EN EL DICCIONARIO

En 2º de ESO estamos tratando estos días la realidad plurilingüe de España. Valorar el patrimonio lingüístico supone acercarse a las diferentes lenguas que se hablan en España y conocer su historia y sus textos, tratando de erradicar los prejuicios lingüísticos instalados en parte de nuestra sociedad.

Como ocurre en España, en nuestra comunidad autónoma, Aragón, la riqueza lingüística es extraordinaria: se hablan tres lenguas (castellano, aragonés y catalán) y las tres presentan variantes dialectales o geográficas marcadas. La convivencia en un mismo país de diferentes lenguas hace que se influyan mutuamente. 


Para profundizar en ello vamos a acercarnos a los numerosos aragonesismos presentes en el castellano a partir de la consulta de la publicación que lleva por título Aragonesismos en el Diccionario de la Lengua Española aparecida en diciembre del año pasado y a partir de la lectura y comentario de las palabras recogidas en la ilustración que abre esta entrada. El objetivo es que el alumnado valore la riqueza lingüística de nuestro país y aprenda a reconocer el origen de algunas de las palabras que emplea habitualmente.