Carta de amor a Mary se incluye en esta recopilación de piezas breves |
Para conmemorar el Día Mundial del Teatro os presento esta breve obra, Carta de amor a Mary, de José Luis Alonso de Santos, uno de los grandes autores teatrales españoles de los últimos años. La guerra, el amor, el sentido de la vida y la muerte son los temas sobre los que hablan sus dos protagonistas, soldados víctimas de un sistema que todo lo reduce al absurdo.
CARTA DE AMOR A MARY
(La guerra. Un soldado avanza arrastrándose hasta llegar a un refugio en una trinchera, donde dormita en un camastro otro soldado. Es noche cerrada y se ven, a lo lejos, resplandores de explosiones de bombas. Durante toda la escena se escucha ruido de guerra. Los dos soldados son americanos del norte Made in USA, y se llaman Mac Key junior y Joe Smith, lógicamente.)
MAC.- (Entra fatigado.) Hello, Joe.
JOE.- (Medio incorporándose.) How do you do, Mac? ¿Cómo ha ido esa guardia?
MAC.- ¡Fatal, Joe! Han caído Sandy, Bob y el cabo Johnson. Y hace un frío ahí fuera que no lo aguanta ni un mormón de Utah, por muchas mujeres que tenga encima. (Se sopla sus manos heladas.) ¿Por qué no harán las guerras en verano?
JOE.- (Le da una manta.) Toma, tápate. Ahí hay café si quieres. (Enciende una luz de campaña y le alcanza la cafetera.)
MAC.- Thanks, Joe. (Bebe.) Está frío.
JOE.- Se ha acabado el fuego.
MAC.- (Deja el café.) ¡Estoy desmoralizado, Joe! ¡Perdona que te lo diga, pero estoy desmoralizado! Sandy, Bob y el cabo Johnson se me han muerto encima. ¿Tienes un chicle, please?
JOE.- Se me han acabado. Toma, te daré medio del mío. (Se saca el chicle de la boca y le da medio.)
MAC.- (Mascando.) No sabe a nada.
JOE.- Está muy usado. Me lo pasó ayer el cabo Johnson.
MAC.- (Se lo saca de la boca y lo mira filosófico.) Lo que es la vida, Joe. Ayer masticaba este chicle el cabo Johnson, y hoy está muerto y lo masticamos nosotros. Johnson era un buen muchacho, aunque fuera de Minnesota. You know, le llevaré este chicle a su vieja con sus cosas. Fue lo último que masticó.
JOE.- Son cosas de la guerra, Mac. Qué le vamos a hacer. Come on Mac, descansa un rato. Tienes muy mala cara.
MAC.- Estoy muy desmoralizado, Joe. Sandy, Bob y el cabo Johnson se me han muerto encima.
JOE.- Ya me lo has dicho, Mac. ¿Dijeron algo?
MAC.- ¿Quién?
JOE.- Ellos, que si dijeron algo antes de...
MAC.- Tacos. Sandy dijo primero algo de su madre, y luego ya tacos. Los otros tacos directamente. Sandy algo de su madre... y tacos...
JOE.- Mac, repites las cosas, you know. Repites siempre muchas veces las cosas. Y eso no es bueno. (Se tumba en su camastro.)
MAC.- ¿Tú no echas de menos a tu madre?
JOE.- Sí, mucho. Sobre todo por las mañanas.
MAC.- ¿Y a tu novia?
JOE.- También mucho. Sobre todo por las noches. Hey Mac, estás tiritando.
MAC.- Es del frío. Es lo peor de la guerra, you know, que no vengan las mujeres con nosotros. ¿Te imaginas? Yo vendría ahora del puesto y mi madre me tendría preparado café caliente y no esto (Tira el café.) ...y tarta de manzana. ¡Y Mary! ¡Que estuviera también esperándome! Me abrazaría, y la guerra sería más soportable. ¿Por qué venimos nosotros solos a la guerra, Joe? ¿Por qué no traen a las mujeres con nosotros?
JOE.- No lo sé. Me imagino que sería un lío. You know, habría que traer también a los niños, al perro, el vídeo, la televisión... Sería peligroso, ¿ok?
MAC.- ¿Peligroso? ¡Sandy, Bob y el cabo se me han muerto encima y ni siquiera habían desayunado! Si al menos hubiesen dormido ayer con sus mujeres, si hubiesen tomado sus corn-flakes, sus huevos con beicon... you know y sus hijos les hubiesen dado un beso antes de salir de patrulla, se hubiesen muerto decentemente, ¿ok?, y no así. ¿Qué hacemos los hombre solos en la guerra mientras los demás están en sus casa viendo la televisión?
JOE.- Sí, Mac, tienes razón, ¿ok?. Es duro ser hombre. Sobre todo cuando hay guerra.
MAC.- (A gritos, un poco ya fuera de sí.) ¡Se lo voy a decir a mi capitán! ¡Que me traiga a Mary, mi dulce Mary, mi querida Mary! ¡Sueño con ella a todas horas! ¡La quiero, la necesito...!
JOE.- Una mujer es lo más hermoso que hay en el universo. You know, Dios hizo un buen trabajo cuando las creó. Se esmeró. (Descubre algo de pronto.) Oye Mac, debajo de ti hay sangre..., un charquito.
MAC.- Mirando.) Pues sí, es verdad. No me había fijado. ¿De quién es?
JOE.- No lo sé, Mac. Antes no estaba ahí. Antes de que tú vinieras, quiero decir. (Se acerca a él.)
MAC.- Pues hay mucha. (Se mira.) Parece que baja por aquí, por la pierna.
JOE.- ¡Dios mío, Mac! ¡Estás herido!
MAC.- (Quitándose la ropa y mirando.) No noto nada...
JOE.- ¡Aquí! ¡Tienes un agujero en este lado! ¡Y otro más abajo! ¡Mac! ¡En el estómago tienes otro boquete grandísimo! ¡Oh, my God, Mac! ¡Qué te ha pasado!
MAC.- (Se agarra el estómago y cae de rodillas, gravísimo de pronto al ver sus heridas.) ¡Voy a morir, Joe! ¡Estas heridas son malas, you know! ¡Lo noto por dentro! ¡Estas cosas se saben! (Tose.)
JOE.- ¡Voy a llamar a los sanitarios!, ¿ok?
MAC.- ¡No! ¡Espera!, ¿ok? ¡Antes quiero dictarte una carta para Mary! ¡Mi última carta, you know! ¡Luego ya no podré!
JOE.- Ok, Mac (Coge papel y bolígrafo.) Lo que tú digas.
(Joe copia entre lágrimas las entrecortadas palabras de su agonizante compañero, mientras suena una música patriótica yanqui que da una nota de color a la patética escena.)
MAC.- My dear Mary, dos puntos. Espero que al recibo de la presente te encuentres bien. Yo, lo normal en caso de guerra, muriéndome. Quiero que sepas que te he amado siempre, baby, diga lo que diga tu madre. Desde pequeños, cuando jugábamos a médicos en el cobertizo, Mary. No podremos hacer el viaje de novios a caballo por Texas, como siempre soñé, ni podremos montar el MacDonalds en la esquina de Main Street, como tanto deseabas. Dile a mi madre que no le escribo porque, aunque la quiero, no sé qué decirle. Si me dan una medalla por morirme, haces una copia para ti y a ella le das el original. Al fin y al cabo es mi madre. Da recuerdos a tus padres, a tus hermanos, a tus tíos y demás familia. ¡Qué duro es morir lejos de ti, Mary y de la dulce patria! Se despide de ti para siempre con un beso, este tu novio que lo fue, Mac Key Junior.
JOE.- (Repite mientras copia.) "...que lo fue, Mac Key Junior". ¿Algo más, Mac?
MAC.- Postdata: "Mary, siempre has creído que era tartamudo, y no es verdad. Sólo tartamudeaba contigo, del amor que me entraba cuando me mirabas. Con los demás hablo normal. Pregúntaselo a cualquiera. Otro beso póstumo. I love you".
JOE.- Está todo, Mac. ¿Quieres algo más?
MAC.- No. Ahora sólo quiero decir unos cuantos tacos antes de... ¡Cabrones! ¡hijos de puta! ¡Maricones!...
JOE.- (Zarandeándole en sus brazos.) ¡Mac! ¡La dirección, Mac! ¡Que no me has dado las señas donde tengo que mandarla...! ¡Mac...! ¡Mac...!
(El ruido de las bombas ahoga las últimas palabras de Joe Smith, con el cadáver en sus brazos de su amigo y compañero de armas, Mac Key Junior. Oscuro)