Hércules y la hidra |
Es muy frecuente en la escuela y en el instituto que se planteen a los estudiantes actividades que se enuncian siempre de la misma manera. Conviene recordar en qué consisten y tener claro qué se espera del trabajo encomendado. A continuación señalaremos estas tareas escolares típicas y pondremos ejemplos de su uso en el área de Lengua y Literatura, aunque veremos que son trabajadas también en otras asignaturas.
Igual que los de Hércules, doce son vuestros trabajos más arduos:
Analizar: examinar detalladamente los elementos que componen una unidad.
- El análisis sintáctico consiste en determinar los diferentes sintagmas que constituyen una oración y sus funciones sintácticas.
Clasificar: señalar la pertenencia de unos elementos a un grupo, clase o categoría.
- Clasificar los personajes de un texto narrativo consiste en indicar de qué clase son según los diferentes criterios estudiados (importancia, profundidad psicológica,...).
Comparar: mostrar entre dos o más elementos sus similitudes y sus diferencias.
- Comparar los rasgos característicos de dos movimientos literarios de épocas diferentes consiste en ver sus parecidos y sus diferencias para establecer claramente cómo se relacionan.
- El trabajo de búsqueda de palabras en el diccionario es vital para los estudiantes. En nuestra materia es un ejercicio metalingüístico. Por supuesto, no termina solo con la copia de la definición: se debe aprender y se debe ensayar en alguna oración su uso apropiado.
- La descripción, además de un tipo de texto, es una tarea frecuente en nuestra materia: describe los personajes de este cuento, describe el proceso de la comunicación,...
- Enumeramos las causas y consecuencias de un acontecimiento histórico, las características de un tipo de texto,... Con ello hacemos una aproximación a lo que estamos estudiando.
Esquematizar: representar gráficamente un tema fijándonos en lo más sustancial.
- El esquema es un instrumento de estudio y de trabajo que debemos incorporar a nuestra práctica diaria sin necesidad de que nos lo recuerden. Igual que muchas explicaciones de clase empiezan o terminan con un esquema, nuestro estudio debería empezar y acabar con esquemas.
- Para explicar o desarrollar un tema debemos seguir un orden claro y redactar el contenido de lo que se nos pide, sin enumeraciones ni esquemas. Explica todo lo que sepas sobre los géneros literarios es una tarea que nos exige definir qué son los géneros literarios, cuáles son los más importantes, definirlos, señalar sus características y poner ejemplos de todos ellos.
- Interpretar el sentido de un poema nos obliga a mostrar lo que hemos entendido después de una lectura comprensiva.
- Siempre que se nos pide la justificación en una respuesta nos obligamos a pensar y razonar acerca de lo que hemos trabajado y estudiado. Ninguna respuesta sin justificación.
- Resumir el argumento de un cuento o realizar el resumen de un texto expositivo son tareas frecuentes. El resumen, como el esquema, es además un instrumento de aprendizaje muy valioso. Por eso conviene practicarlo frecuentemente. En este enlace puedes encontrar pautas para redactar un resumen.
Valorar: apreciar objetivamente los rasgos de algo y/o mostrar la opinión subjetiva o personal acerca de ello.
- Tras la lectura de un libro es normal que nos pidan un ejercicio de valoración que no debe quedarse en dos líneas que repitan tópicos y cosas sin interés.