En este Día internacional contra la violencia de género, os invito a leer este poema de Agustín García Calvo, «Libre te quiero», que seguramente invitará a reflexionar acerca de las distintas formas de amar. En estos tiempos de naturalización del odio, como mecanismo de acción política y social, no está mal acercar a nuestros alumnos textos que les muestren otras formas de relacionarse que no sean las basadas en la posesión, la intolerancia, el dominio o la violencia. En esta misma línea en el blog ya hemos compartido textos muy sugerentes de Gioconda Belli (y también en este otro enlace) o Eduardo Galeano, que amplían este punto de vista.
Acompaño el poema con la excelente versión musical de Amancio Prada, uno de los cantautores que mejor han sabido llevar nuestra poesía al gran público.
Libre te quiero
Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía.
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.
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