Historia de una escalera de Buero Vallejo (1949) |
En los casi cuarenta años de dictadura franquista, el teatro, una de las formas de entretenimiento más populares en ese tiempo, evolucionó de forma notable. Desde el teatro miltante, falangista y nacional-católico, de los autores afines a la dictadura en los primeros años cuarenta, a la creación de los grupos de teatro independiente, profundamente innovadores y transgresores, en los años sesenta y setenta, la escena española vivió cambios sustanciales. En buena parte dos autores serán los promotores de la renovación teatral de este período: Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre, a quienes estudiamos en otras entradas de este blog.
A los condicionamientos económicos que todo teatro tiene, se une en este período el férreo control de la censura que, si bien se notó en todos los géneros literarios, fue en el teatro donde lo hizo con más fuerza por su mayor difusión. Además, la muerte y el exilio de muchos de los dramaturgos importantes de antes de la guerra dejó un panorama desolador, en especial en los años cuarenta, más si lo comparamos con los estrenos teatrales que se daban en Europa por entonces, que no llegarán a nuestro país hasta muchos años después.
El exitoso estreno de Historia de una escalera de Buero Vallejo en 1949 supondrá por primera vez la posibilidad de dar fe de la realidad del momento a través de los conflictos existenciales de los personajes y de proponer una nueva forma de hacer teatro distinta a las fórmulas del teatro comercial dominante en la época. Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre, estrenada en 1953, seguirá esta misma línea. Con estas dos obras comienza la andadura del género teatral innovador en la España franquista que discurrirá no sin problemas. Todavía en 1966 Alfonso Sastre, en la revista Cuadernos para el diálogo, hacía este balance del teatro español del momento: «El teatro constituye hoy uno de los sectores más deprimentes dentro del contexto cultural español. La centralización, la insuficiente libertad, la carencia de sentido crítico, la discriminación de las obras culturales distintas a la imperante, las dificultades a los autores jóvenes y menos jóvenes que intentan plantear sus obras dentro de su perspectiva ideológica, son hechos ciertos e innegables. La historia del teatro español en España en estos últimos años es en muchos aspectos la historia de una frustración. [...] El pueblo español no va al teatro, no le interesa el teatro, no ve en él un lugar que refleje sus inquietudes o dé acogida a sus problemas. El teatro es entre nosotros, por regla general, un producto exquisito, envuelto en el celofán de las frases retóricas».
En esta presentación, que preparé para explicar el tema en clase, se estudian las principales tendencias teatrales y los autores más destacados de estos años, vistos con más profundidad en los apuntes de clase.
En esta presentación, que preparé para explicar el tema en clase, se estudian las principales tendencias teatrales y los autores más destacados de estos años, vistos con más profundidad en los apuntes de clase.
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