Los adverbios son palabras invariables morfológicamente: no admiten morfemas flexivos de género ni de número. Algunos pueden llevar sufijos derivativos (cerquita, prontito,...) o admitir gradación (muy lejos, lejísimos). Según su forma algunos son simples (ayer, no, bien,...) y otros compuestos (enfrente [en+frente], también [tan+bien], mediante la terminación -mente añadida al adjetivo: claramente, felizmente,...). Las locuciones adverbiales son grupos de palabras que forman una unidad indisoluble y equivalen a un adverbio (a veces, a oscuras,...).
Sintácticamente, el adverbio forma un sintagma adverbial del que es núcleo y puede modificar a un verbo (ven pronto), a un adjetivo (bastante inteligente) o a otro adverbio (muy cerca).
Semánticamente, constituye una clase de palabras que tienen significado propio y designan circunstancias relativas a las acciones o estados y a las cualidades. Dichas circunstancias pueden ser muy diversas: de lugar (aquí, fuera,...), de tiempo (ayer, ahora,...), modo (así, deprisa,...), cantidad (muy, bastante,...), afirmación (sí, ciertamente,...), negación (no, tampoco,...) y duda (quizá, acaso,...).
En la presentación se recogen desarrollados todos estos aspectos y se hace también hincapié en otros comentados y trabajados en clase: la adverbialización, la distinción entre adverbios de cantidad y pronombres y determinativos indefinidos,...
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