El Realismo es el movimiento artístico y literario que busca representar de manera minuciosa y objetiva una realidad contemporánea muy concreta: la vida cotidiana y los problemas de la sociedad burguesa de la segunda mitad del siglo XIX.
Benito Pérez Galdós en su despacho |
Para ello, los escritores tomaron a menudo como modelo los métodos de observación de las ciencias experimentales, tan en auge en la época. En 1842 Balzac ya se proponía estudiar la sociedad como el científico estudiaba la naturaleza. Desde entonces los novelistas del Realismo se documentaron sobre el terreno, tomando minuciosos apuntes sobre el ambiente, las gentes, la indumentaria,...; o buscaron en los libros los datos necesarios para conseguir la exactitud en la recreación de ambientes o en la descripción psicológica de los personajes. La creación artística ya no tenía que ver ni con la fantasía ni con la inspiración, fuentes de los autores románticos.
Benito Pérez Galdós, el novelista más prolífico del Realismo español, nos cuenta en el prefacio a su gran novela Misericordia, retrato de los diversos estratos de la miseria madrileña de finales del siglo XIX, cómo se documentó in situ para recrear con precisión este mundo.
«En Misericordia me propuse descender a las capas ínfimas de la sociedad matritense, describiendo y presentando los tipos más humildes, la suma pobreza, la mendicidad profesional, la vagancia viciosa, la miseria, dolorosa casi siempre, en algunos casos picaresca o criminal y merecedora de corrección. Para ello hube de emplear largos meses en observaciones y estudios directos del natural, visitando las guaridas de gente mísera o maleante que se alberga en los populosos barrios del sur de Madrid. Acompañado de policías escudriñé las Casas de dormir de las calles de Mediodía Grande y del Bastero, y para penetrar en las repugnantes viviendas donde celebran sus ritos nauseabundos los más rebajados prosélitos de Baco y Venus, tuve que disfrazarme de médico de la Higiene Municipal. No me bastaba esto para observar los espectáculos más tristes de la degradación humana, y solicitando la amistad de algunos administradores de las casas que aquí llamamos de corredor, donde hacinadas viven las familias del proletariado ínfimo, pude ver de cerca la pobreza honrada y los más desolados episodios del dolor y la abnegación en las capitales populosas.»
Os dejo la presentación que hice para explicar en clase el Realismo y el Naturalismo.
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