Triángulo armónico, primer caligrama de Huidobro (1913) |
En el desarrollo de las vanguardias en España el poeta chileno Vicente Huidobro tuvo un papel protagonista. En 1918 llegó a Madrid y fue recibido con entusiasmo por ser portavoz de las vanguardias parisienses. Difundió los principios de la estética del Creacionismo, una corriente que había creado en París junto al francés Reverdy, cubista en sus comienzos. "Los creacionistas -decía Huidobro- queremos hacer un arte que no imite ni traduzca la realidad". El poeta debe ser quien cree él mismo nuevas realidades: "hacer un poema como la naturaleza hace un árbol". Para ello el poeta deberá cultivar el "juego de azar de las palabras" y la imagen, pero no al modo tradicional como alusión a un referente real, sino en ilógica asociación que rompa con lo esperable y verosímil, para establecer entre las dos realidades una relación arbitraria que el poeta "crea" entre ellas. El poeta también cultivará el caligrama, de origen cubista, poema visual en el que las palabras "dibujan" aquello de lo que tratan.
Estas ideas están expuestas en varios manifiestos y poemas, entre los que sobresale este, titulado "Arte poética" y publicado en El espejo de agua en 1916.
Estas ideas están expuestas en varios manifiestos y poemas, entre los que sobresale este, titulado "Arte poética" y publicado en El espejo de agua en 1916.
ARTE POÉTICA
Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza:
el vigor verdadero
reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!
hacedla florecer en el poema.
Sólo para nosotros
viven todas las cosas bajo el sol.
El poeta es un pequeño Dios.
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza:
el vigor verdadero
reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!
hacedla florecer en el poema.
Sólo para nosotros
viven todas las cosas bajo el sol.
El poeta es un pequeño Dios.
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