Como homenaje a la generación del 27, siguiendo la propuesta del profesor Toni Solano, quiero compartir con todos los lectores del blog este poema de Luis Cernuda, «Si el hombre pudiera decir», de su libro Los placeres prohibidos, recitado por él mismo. Espero que sea una sugerente invitación para seguir leyendo a Cernuda, del que Luis García Montero, otro excelente poeta y profesor, dijo: «la lección poética de Luis Cernuda no se limita a destacar las diferencias existentes entre la realidad y el deseo. Enseña también a complicar la vida y la literatura en un mestizaje conspirativo, que nos permite ser realistas en la búsqueda del deseo y deseantes en la definición de la realidad». De todo eso habla este poema con una lengua prodigiosa: de amor, de deseo, de verdad, de libertad, de vida, de muerte, de uno mismo y del ser querido. En este enlace podéis ver también un videopoema que recrea este texto, elaborado por artpoetica.
SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
Como una nube en la luz;
Si como muros que se derrumban,
Para saludar la verdad erguida en medio,
Pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor,
La verdad de sí mismo,
Que no se llama gloria, fortuna o ambición,
Sino amor o deseo,
Yo sería aquel que imaginaba;
Aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
Proclama ante los hombres la verdad ignorada,
La verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
Como leños perdidos que el mar anega o levanta
Libremente, con la libertad del amor,
La única libertad que me exalta,
La única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
Como una nube en la luz;
Si como muros que se derrumban,
Para saludar la verdad erguida en medio,
Pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor,
La verdad de sí mismo,
Que no se llama gloria, fortuna o ambición,
Sino amor o deseo,
Yo sería aquel que imaginaba;
Aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
Proclama ante los hombres la verdad ignorada,
La verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
Como leños perdidos que el mar anega o levanta
Libremente, con la libertad del amor,
La única libertad que me exalta,
La única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Gracias por seguir esta convocatoria y hacerlo además con uno de mis poemas preferidos. Aún nos quedan más convocatorias para el resto de poetas. Felices fiestas :)
ResponderEliminarGracias a ti por la iniciativa, un estupendo ejemplo de invitación a la lectura en las redes. ¡Qué difícil no quedar atrapado en los poemas del 27! Un abrazo. Feliz 2016
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