CURSO

martes, 24 de marzo de 2020

DISTANTEMENTE JUNTOS (VII): EXPLORADORES DE LO INAUDITO AL ESTILO DE RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

Estos días sin clase presencial, enredados en los correos electrónicos, las videoconferencias, las carpetas compartidas y los blogs, y encerrados en la dura cuarentena, acumulamos sensaciones y estados de ánimo muy confusos y contradictorios. Son resultado de una experiencia que nos resulta completamente nueva y de la que aprendemos constantemente. Como en algún momento echaremos de menos el ingenio y el humor en este tiempo insólito, os traigo este "capricho" de Ramón Gómez de la Serna. Los "caprichos", según él, eran divertimentos que juntó en un libro de narraciones imaginarias puras con mucho de absurdo. "El turista excepcional" es un explorador de lo inaudito en un mundo en el que todos ven lo mismo. Seguro que esa mirada distinta y diferente nos hace ver las cosas de otra manera. Y cuando podamos viajar, a lo mejor, también podemos imitar a este personaje singular

Dibujo de Ramón Gómez de la Serna (De "Simultaneísmo", Ismos, 1931)


EL TURISTA EXCEPCIONAL

Ser un turista cualquiera no vale la pena, pues todo lo que se descubre está como estaba en los libros de estampas. El turista excepcional sorprendía las cosas en su momento inesperado. En la celosía del palacio del Arzobispo veía una virreina asomada. A la torre inclinada de Pisa la veía en ese momento del amanecer en que se despereza y se pone derecha unos instantes. Y a la torre Eiffel la había sorprendido en ese momento en que, como una jirafa que baja la cabeza, se pone a comer hierba en el Campo de Marte.
En Pompeya había sorprendido al poeta de la casa del poeta dramático, escribiendo una tragedia. Y al oráculo de Delfos le había oído hablar solo, como a un speaker frente a un micrófono. Todas esas cosas extraordinarias le sucedían al turista excepcional cuando iba solo y por eso nadie le creía sus cuentos de viaje. Él, sin embargo, no podía por  menos de contar sus hallazgos fantásticos:

-Una vez en Londres sorprendí al reloj de Westminster cuando se bebe un vaso de whisky pasada la media noche.

-Una vez en el Japón vi cómo los bambúes se paseaban como ibis verdes y pescaban ranas por su cuenta...

Todos sonreían al oír los cuentos del turista excepcional. Pero a él le quedaba la satisfacción íntima de saber que todo aquello que contaba era cierto y seguía haciendo sus viajes de explorador de lo inaudito.

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