CURSO

jueves, 10 de mayo de 2012

LAS TRES HERIDAS DE MIGUEL HERNÁNDEZ

Dibujo de Miguel Hernández realizado por el 
escritor Buero Vallejo en 1940 en la cárcel


Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.

Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.

Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.




"Me llamo barro aunque Miguel me llame" 

El poeta Rafael Alberti evocaba así a Miguel Hernández: "Miguel venía de la tierra, natural, como una tremenda semilla desenterrada, puesta en pie en el suelo. Y nunca este sentir, esta presencia de espíritu y de cuerpo procedente del barro, se los sacó de su poesía". Pablo Neruda dijo de él que tenía "una luz de tierra, de mañana pedregosa". Octavio Paz nos recordó que su voz "sonaba a campo, a eco grave repetido por los valles, a piedra cayendo en un barranco". Miguel Hernández es el poeta de la tierra: "me llamo barro aunque Miguel me llame".
Todos los que lo conocieron nos dejaron testimonio de su autenticidad, de su hondura. Su obra es igualmente ejemplo de tenaz lucha por plasmar la vida, su vida: la alegría, el dolor, la pasión, la ausencia, la esperanza, el odio, la incomprensión, la violencia. Todo ello dicho con gran lirismo, con desbordada intensidad, con notable sinceridad, con una expresión que evolucionó durante su corta vida pero que revela siempre un enorme  esfuerzo por encontrar la palabra verdadera, su palabra verdadera. 

Queremos rendir homenaje en esta entrada a este poeta de la tierra, a este poeta del pueblo, que cantó con hondura las "heridas" que todos sentimos. Para ello os invito a leer estos dos documentos. El primero es un recorrido por su vida y su obra (títulos, temas, símbolos,...) y el segundo es una breve selección de sus poemas entresacados de El rayo que no cesa, Cancionero y romancero de ausencias y Viento del pueblo. Ambos fueron elaborados con motivo del centenario del nacimiento del poeta hace dos años. Hace poco se cumplieron setenta años de su fallecimiento: el 28 de marzo de 1942 murió en la cárcel de Alicante.