CURSO

jueves, 2 de abril de 2020

DISTANTEMENTE JUNTOS (XIV): IMAGINAR EL FUTURO EN EL PRESENTE

"Siento el tiempo con un dolor enorme", afirmó Fernando Pessoa en uno de sus apuntes del Libro del desasosiego. En algún momento de esta cuarentena seguro que hemos compartido con él esta angustiosa conciencia del tiempo. De ese mismo libro comparto el fragmento 178, fechado hace casi noventa años (13-6-1930), una sugerente reflexión sobre el tiempo:
Vivo siempre en el presente. El futuro, no lo conozco. El pasado, ya no lo tengo. Me pesa el uno como la posibilidad de todo, el otro como la realidad de nada. No tengo esperanzas ni nostalgias. Conociendo lo que ha sido mi vida hasta hoy –tantas veces y en tantas cosas lo contrario de lo que yo deseaba–, ¿qué puedo presumir de mi vida de mañana, sino que será lo que no presumo, lo que no quiero, lo que me sucede desde fuera, hasta a través de mi voluntad? No tengo nada en mi pasado que recuerde con el deseo inútil de repetirlo. Nunca he sido sino un vestigio y un simulacro de mí. Mi pasado es todo cuanto no he conseguido ser. Ni las sensaciones de los momentos pasados me resultan nostálgicas: lo que se siente exige el momento; pasado éste, hay un volver de página y la historia continúa, pero no el texto.

Breve sombra oscura de un árbol ciudadano, leve sonido de agua que cae en el estanque triste, verde del césped regular -jardín público casi al crepúsculo-, sois, en este momento, el universo entero para mí, porque sois el contenido pleno de mi sensación consciente. No quiero más de la vida que sentirla perderse en estas tardes imprevistas, al son de niños ajenos que juegan en estos jardines enrejados por la melancolía de las calles que los rodean, y frondosos, más allá de las ramas altas de los árboles por el cielo viejo donde las estrellas recomienzan.

Frente a esta manera de concebir el tiempo, hay otras voces, como la del poeta Mario Benedetti, que aún confían en el futuro, en el porvenir, como un tiempo, aunque se demore,  en el que caben los proyectos y los sueños. Porque, seguramente ahora, en el tiempo presente también estamos ya imaginando el futuro.

LENTO PERO VIENE
Lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

hoy está más allá
de las nubes que elige
y más allá del trueno
y de la tierra firme

demorándose viene
como flor desconfiada
que vigilara al sol
sin preguntarle nada

lento pero viene
el futuro se acerca

viene con proyectos
y bolsas de semillas
con ángeles maltrechos
y fieles golondrinas

despacio pero viene
sin hacer mucho ruido
cuidando sobre todo
nuestros sueños prohibidos

los recuerdos yacentes
y los recién nacidos
lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

ya casi está llegando
con su mejor noticia

con una estrella pobre
sin nombre todavía

lento pero viene
el futuro real
el mismo que inventamos
nosotros y el azar

cada vez más nosotros
y menos el azar

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

lento pero viene
lento pero viene
lento pero viene

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