CURSO

miércoles, 27 de febrero de 2019

VAMOS AL TEATRO: «PLAYOFF»

Los alumnos de 4º de ESO del IES Medina Albaida asistiréis el próximo viernes 1 de marzo a la representación de la obra «Playoff», de Marta Buchaca, en el Teatro Principal. Como aperitivo os dejo un video promocional de la obra de La Joven Compañía y el enlace a su página web.
Tras la representación habrá un coloquio con las actrices de la obra. La actividad la completaremos con la realización de una reseña crítica en la que nos fijaremos en los diferentes elementos que componen la representación para hacer una valoración de todos ellos, siguiendo este guion:
Introducción
  •  Identificamos el título de la obra, el autor, la fecha de composición, el género dramático, el nombre de la compañía, la fecha y el lugar donde se ha representado.
Sobre la obra
  • Resumimos brevemente el argumento de la obra sin desvelar el desenlace, señalamos quiénes son los protagonistas y fijamos los temas principales que aborda la obra.
Sobre la interpretación
  • Valoramos la interpretación de los actrices: dicción o pronunciación, entonación, gestos, movimientos, papeles representados. Indicamos si nos han resultado convincentes o no sus interpretaciones. Destacamos a la actriz que mejor ha interpretado su papel  y justificamos nuestra elección.
Sobre la puesta en escena
  • Damos nuestra opinión acerca de los decorados,  la iluminación, la música y los efectos sonoros empleados en la puesta en escena de la obra.
  • Señalamos posibles cambios o mejoras en alguno de estos aspectos  escénicos.
Valoración global
  • Resumimos brevemente nuestra opinión acerca del espectáculo  presenciado: ¿ha sido interesante?, ¿tiene relación con lo estudiado en clase?, ¿nos ha parecido mejor o peor que otras obras teatrales vistas?, ¿recomendaríamos esta obra?,...
Cada uno de estos apartados puede desarrollarse en uno o dos párrafos sin necesidad de especificar el título de cada una de las partes en nuestro escrito. Después de la redacción del texto no debemos olvidar una revisión y corrección del mismo. Para ello se pueden seguir las indicaciones de esta otra entrada del blog: mejorar la expresión escrita.

viernes, 22 de febrero de 2019

HOMENAJE A ANTONIO MACHADO


    

 A UN MAESTRO VIVO
A ti, compañero y padre
reconocida presencia.

Por lo que de ti aprendimos,
por lo que olvidado queda.

Por lo que tras la palabra
breve, todavía enseñas.

Por tu tranquila alegría
y por tu digna entereza.
Por ti. Gracias. Porque en ti
conocimos nuestra fuerza.
Jaime Gil de Biedma
De Ángel González, otro de los poetas que estudiamos de la Generación del 50, tomo este otro sentido homenaje a Antonio Machado, en el día que se conmemora el octogésimo aniversario de su muerte en Colliure. En otros enlaces del blog pueden leerse otros poemas dedicados a Antonio Machado: por ejemplo, en Vigencia de Antonio Machado (con poemas de José Ángel Valente y Benjamín Prado) o Lección de literatura (con otro poema de Ángel González).


Camposanto en Collioure
Aquí paz,
y después gloria.

Aquí,
a orillas de Francia,
en donde Cataluña no muere todavía
y prolonga en carteles de «Toros à Ceret»
y de «Flamenco’s Show»
esa curiosa España de las ganaderías
de reses bravas y de juergas sórdidas,
reposa un español bajo una losa:
paz
y después gloria.

Dramático destino,
triste suerte
morir aquí
—paz
y después…—
perdido,
abandonado
y liberado a un tiempo
(ya sin tiempo)
de una patria sombría e inclemente.

Sí; después gloria.

Al final del verano,
por las proximidades
pasan trenes nocturnos, subrepticios,
rebosantes de humana mercancía:
manos de obra barata, ejército
vencido por el hambre
paz…— ,
otra vez desbandada de españoles
cruzando la frontera, derrotados
—…sin gloria.

Se paga con la muerte
o con la vida,
pero se paga siempre una derrota.

¿Qué precio es el peor?
Me lo pregunto
y no sé qué pensar
ante esta tumba,
ante esta paz
«Casino
de Canet: spanish gipsy dancers»,
rumor de trenes, hojas…—
,
ante la gloria ésta
—…de reseco laurel

que yace aquí, abatida
bajo el ciprés erguido,
igual que una bandera al pie de un mástil.

Quisiera,
a veces,
que borrase el tiempo
los nombres y los hechos de esta historia
como borrará un día mis palabras
que la repiten siempre tercas, roncas.

viernes, 15 de febrero de 2019

DOS APUNTES MÁS SOBRE EL TEATRO DE BUERO VALLEJO

Recojo en esta entrada otros dos documentos sobre el teatro de Buero Vallejo que vienen a complementar otros artículos aparecidos en el blog: un documental y un extracto de un libro de Ricardo Doménech, uno de los expertos en la obra de nuestro autor. 
  • El documental del Centro Dramático Nacional sobre Buero Vallejo es una excelente introducción al autor al que vamos a leer y estudiar en los próximos días.

  • Este fragmento de El teatro de Buero Vallejo: una meditación española de Ricardo Doménech perfila con exactitud en qué consiste el efecto de inmersión, una de las grandes aportaciones estéticas de la dramaturgia de Buero Vallejo.
Sobre el efecto de inmersión
Estos “efectos de inmersión”, cuya influencia difícilmente cabe predecir, constituyen, desde luego, la aportación técnica —artística— más original del teatro de Buero, y una de las más originales de todo el teatro español del siglo XX. Con respecto a los problemas que el teatro de hoy tiene planteados en lo referente al espacio escénico, es una respuesta de naturaleza similar a las que pudieron dar en su día un Pirandello o un Brecht; es decir, una respuesta que parte de una implícita aceptación de la separación escenario-sala, pero que busca por encima de esa separación un modo de relación más viva y fecunda entre el escenario y el espectador. [...] Buscando, asimismo, una relación más fecunda con el espectador, Buero propone con estos “efectos de inmersión” algo enteramente distinto [a Brecht] (en vez de alejar al espectador, introducirle completamente en el mundo de los personajes) pero análogamente orientado a este fin: romper los reflejos condicionados del espectador, resultado de tantas representaciones teatrales siempre iguales en sus procedimientos técnicos; sorprender a ese espectador, sacarle de sus casillas, justamente para que mejor pueda tomar conciencia del mensaje trágico que se le pretende transmitir [p. 60].
En el pensamiento del autor, los “efectos de inmersión”, al sumergir al espectador en la conciencia individual de un personaje, hacen que ese espectador pueda recobrar finalmente la conciencia de su propia intimidad, de su propia interioridad. Y bien, ¿no es esto último, sin más, la katharsis de que nos habla Aristóteles? Los “efectos de inmersión” son, a la postre, un vehículo, un medio para que el espectador llegue a esa verdad, a esa conciencia clara de sí. Por ello, resultaría equivocado interpretarlos —o imitarlos— como una pirueta formal carente de contenido, como un puro virtuosismo. Insistiendo todavía en el nombre de este recurso técnico, añadiré que sigo prefiriendo la palabra inmersión a identificación (o a interiorización, que también se ha propuesto alguna vez), porque es más expresiva de lo que se intenta comunicar. Tienen la ventaja [...] de que se apoya, de modo indirecto, en una espléndida metáfora unamuniana. La acción imaginaria de meternos en la conciencia de un personaje sólo puede tener la forma de una inmersión (hemos de sumergirnos), pues todos sabemos, desde Unamuno, que una conciencia es un “pozo sin fondo”. Por otra parte, no cabe duda de que la palabra suscita cierta ambigüedad, con el recuerdo de un rito religioso: el bautismo por inmersión. Pero esa ambigüedad no debe molestarnos demasiado: es muy remota; y, de otro lado, no olvidemos que el contacto con lo mágico y lo ritual siempre ha enriquecido el fenómeno dramático. En este caso, el hombre nuevo que busca la ceremonia iniciática del bautismo podría ofrecer una analogía —y “un contraste diferenciador”— con la conciencia nueva o catarsis que busca la tragedia [pp. 64-65]