miércoles, 17 de diciembre de 2014

#poema27: «POETA EN NUEVA YORK» DE FEDERICO GARCÍA LORCA

Autorretrato de Federico García
Lorca para Poeta en Nueva York
Quiero unirme a la propuesta del profesor Toni Solano que sirve de homenaje a la Generación del 27 con dos poemas de Federico García Lorca de Poeta en Nueva York, que hemos leído y comentado estos días en clase con los alumnos de 2º de Bachillerato: el que abre el libro («Vuelta de paseo») y uno de los que lo cierra prácticamente en la sección «Huida de Nueva York», el titulado «Pequeño vals vienés». Ojalá sean estos poemas una invitación para leer uno de los poemarios principales de la historia de la literatura universal.
Los dos poemas van acompañados de extraordinarias versiones musicales a cargo de Enrique Morente y Lagartija Nick que aparecieron en su mítico disco Omega, con la guinda de la música de Leonard Cohen en el segundo tema.
Incluyo además al final el enlace al programa de televisión La Mitad Invisible de Juan Carlos Ortega dedicado al libro y emitido hace tres meses en TVE.


VUELTA DE PASEO
.
Asesinado por el cielo.
Entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.

Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.
Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.

Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.
Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!



PEQUEÑO VALS VIENÉS
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.





2 comentarios:

  1. Gracias por seguir la convocatoria y por regalarnos esas versiones de Morente y Lorca. Soy muy fan de la que hicieron del poema de Cernuda "Donde habite el olvido" :)

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    1. Gracias a ti por tus propuestas y por tus publicaciones. Un saludo.

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