miércoles, 30 de mayo de 2012

ORACIONES COMPARATIVAS Y CONSECUTIVAS

 Comió tantos pasteles como su hermano (1)
Comió tantos pasteles que se puso enferma (2)
Las oraciones comparativas (1) y consecutivas (2) constituyen un tipo especial de subordinadas: no desempeñan la función de complemento circunstancial (característica del adverbio) ni tampoco ninguna función propia del sustantivo o del adjetivo. Entre sí mantienen una estrecha relación pues ambas realizan una misma función sintáctica: son complementos de un cuantificador. Cuantificadores en castellano son los adverbios de cantidad (tanto, tan, más, menos), los determinativos indefinidos (tanto, tanta, tantos, tantas, tal, tales, cada, más, menos) y los pronombres indefinidos (tanto, tanta, tantos, tantas). Si se elimina el cuantificador no hay posibilidad de continuar la oración con una comparación o una consecuencia.

Las oraciones comparativas establecen una comparación respecto de algo que se ha expresado con anterioridad. Se distinguen tres tipos de comparativas atendiendo a su significado: de superioridad (introducida por el nexo que, complementa al cuantificador más), de inferioridad (introducida por el nexo que, complementa al cuantificador menos) y de igualdad (introducida por el nexo como, complementa a los cuantificadores tanto [-a, -os, -as], tanto, [tan]). En las comparativas es frecuente que se elidan o supriman las palabras que han aparecido previamente: "comió tantos pasteles como su hermano (comió)".

Las oraciones consecutivas señalan una consecuencia de algo que se ha presentado con gran intensidad previamente. Aparecen introducidas por el nexo que y complementan al adverbio de cantidad (tanto, tan) o a los indefinidos (tanto, tal, cada).

En el siguiente enlace encontrarás modelos de análisis de estas oraciones: oraciones comparativas y consecutivas.

lunes, 28 de mayo de 2012

LA LITERATURA DE LA ESPAÑA PEREGRINA

La "España peregrina" es el nombre que puso José Bergamín a una revista que se publicó en México durante 1940 y que, por extensión, denomina también al conjunto de escritores españoles que marchó al exilio al finalizar la Guerra Civil.
Pertenecen a esta España peregrina la mayoría de los autores que publicaron durante las décadas de los años veinte y treinta: muchos de los poetas de la "Generación del 27", León Felipe, Alejandro Casona, Francisco Ayala, Arturo Barea, Rosa Chacel, Ramón J. Sender, Max Aub, José Bergamín,... Las obras que publican desde 1940 se conocen antes en México o Argentina que en España. Sus obras giran en torno a la nostalgia de la patria perdida, el recuerdo de la guerra, la crítica e imprecación contra los vencedores del conflicto, el deseo de recuperar el pasado, la experiencia dolorosa del exilio.

viernes, 25 de mayo de 2012

LECTURAS DE UN CLÁSICO: RÉQUIEM POR UN CAMPESINO ESPAÑOL

 "Se llama clásicos a los libros que constituyen una riqueza para quien los ha leído y amado, pero que constituyen una riqueza no menor para quien se reserva la suerte de leerlos por primera vez en las mejores condiciones para saborearlos"
Italo Calvino, Por qué leer los clásicos

Seguramente vais a leer por primera vez Réquiem por un campesino español, una novela corta de Ramón J. Sender, considerada todo un clásico, obra de uno de los más importantes narradores del siglo XX en lengua castellana. Y seguramente estáis en unas buenas condiciones para saborear esta última lectura del curso: tanto en Historia como en Literatura ya habéis estudiado el periodo en que se ambienta la obra, la Segunda República y la Guerra Civil.
Para los que no la hayáis comprado o sacado de la biblioteca o pedido prestada os dejo un enlace para descargarla: Réquiem por un campesino español.
Para profundizar en el autor y en la obra podéis navegar por la excelente página de materiales de lengua y literatura: Página sobre Ramón J. Sender. En ella encontraréis variadas informaciones sobre este autor aragonés y la novela, así como un cuestionario sobre la lectura.
La novela que vamos a leer es una de las mejores del género breve de nuestra literatura y una de las más brillantes que se ambientan en la guerra civil. Es ya un clásico de nuestra literatura y por ello no le faltan ni múltiples estudios (como los señalados) ni diferentes versiones musicales, cinematográficas o en cómic.

jueves, 24 de mayo de 2012

CONSECUENCIAS CULTURALES Y LITERARIAS DE LA GUERRA CIVIL


La victoria del bando franquista con su política dictatorial, represiva e intolerante, puso fin a un periodo de esplendor artístico en España y trajo a su vez fatídicas consecuencias para el mundo de la cultura.
Sólo entre los escritores debieron tomar el camino del exilio los poetas Juan Ramón Jiménez, León Felipe, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Rafael Alberti, o Luis Cernuda; los novelistas Ramón J. Sender, Max Aub, Rosa Chacel, Arturo Barea o Francisco Ayala; y dramaturgos como Alejandro Casona. Miguel Hernández fue encarcelado y murió en prisión; Federico García Lorca fue fusilado durante la guerra y Antonio Machado murió poco después de salir de España al exilio. De esta forma los jóvenes escritores quedaban huérfanos de posibles maestros, de transmisores de la tradición.
Pablo Ruiz Picasso, Guernica (1937)
Tras la Guerra Civil (1936-1939) el empobrecimiento cultural es patente. El panorama está marcado por una rígida censura. Se prohíbe publicar obras críticas con el régimen franquista (novelas sociales, novelas de los exiliados,…) y obras de corte innovador procedentes de Europa. La censura se muestra implacable en todo lo concerniente a los temas político, religioso o sexual. Incluso algunos de los escritores que no marcharon al exilio (caso de Dámaso Alonso o Vicente Aleixandre) nos dieron testimonio de la conciencia de “autocensura” con la que abordaban sus obras. El empobrecimiento cultural se vio agravado con la proliferación de una literatura nacionalista mediocre, la traducción de muchas obras irrelevantes artísticamente y la parcialidad manifiesta de la crítica literaria de la prensa franquista.

lunes, 21 de mayo de 2012

LAS ORACIONES SUBORDINADAS ADVERBIALES

El grupo de las oraciones subordinadas adverbiales resulta muy problemático en su definición y clasificación. Si bien eran consideradas por la gramática tradicional como un grupo aparte distinto a las sustantivas y las adjetivas, las gramáticas modernas no lo incluyen como tal en sus estudios.
La Nueva gramática de la lengua española de la R.A.E. sintetiza los tres problemas principales que existen en los estudios gramaticales acerca de este tipo de oraciones:
  • No existen adverbios que puedan sustituir a muchas de las oraciones de este grupo (finales, concesivas, causales, consecutivas,...) por lo que es imprecisa la denominación de "adverbiales" y resulta muy marcado el contraste con las subordinadas sustantivas y con las adjetivas, que sí admiten sustituciones por un pronombre  o un adjetivo respectivamente..
  • Las subordinadas adverbiales llamadas por algunos gramáticos propias (de lugar, de tiempo y de modo) se solapan con las ya estudiadas y denominadas relativas adverbiales sin antecedente expreso.
  • Las condicionales y las concesivas no están insertas o incluidas en las principales, existe una relación de interdependencia entre los componentes que forman el enunciado. Se emplean los términos de construcción o período para analizar las agrupaciones de oraciones como en "Si me esperas, voy contigo" o "Aunque no estaba de acuerdo, no dijo nada".
A estas cuestiones problemáticas se añaden otras: los análisis de comparativas y consecutivas, la escurridiza naturaleza de las oraciones ilativas, las construcciones con formas no personales,...
Para simplificar el tema he preparado un breve resumen en el que se siguen las nuevas directrices de la R.A.E. pero sin dejar de ser coherentes con el análisis funcional que nos ha guiado durante todo el curso ("toda oración subordinada desempeña una función sintáctica dentro de la oración compleja"). Así pues se dividen todas estas subordinadas en cuatro grandes grupos que presentan estructuras y análisis semejantes en cada uno de ellos. Puedes leer el resumen aquí: oraciones subordinadas adverbiales.
En el siguiente enlace puedes observar los modelos de análisis de las diferentes subordinadas adverbiales: análisis.
Para practicar puedes realizar los análisis sintácticos que aparecen en este enlace.

miércoles, 16 de mayo de 2012

LA POESÍA, ARMA PARA CAMBIAR EL MUNDO

Durante los años treinta del siglo pasado, inmersos en un panorama convulso, muchos escritores españoles optaron por cultivar una literatura comprometida con el sufrimiento de los más desfavorecidos y combativa contra cualquier tipo de injusticia.
Miguel Hernández nos explica el origen de esta actitud de compromiso en este artículo:

Nací en Orihuela hace veintiséis años. He tenido una experiencia del campo y sus trabajos, penosa, dura, como la necesita cada hombre, cuidando cabras y cortando a golpe de hacha olmos y chopos, me he defendido del hambre, de los amos, de las lluvias y de estos veranos levantinos, inhumanos, de ardientes. La poesía es en mí una necesidad y escribo porque no encuentro remedio para no escribir. La sentí, como sentí mi condición de hombre, y como hombre la conllevo, procurando a cada paso dignificarme a través de sus martillerazos.
Me he metido con toda ella dentro de esta tremenda España popular, de la que no sé si he salido nunca. En la guerra, la esgrimo como un arma, y en la paz será un arma también aunque reposada.
Vivo para exaltar los valores puros del pueblo, y a su lado estoy tan dispuesto a vivir como a morir.

En el texto, escrito en plena guerra civil, además de explicarnos por qué toma esta postura de apoyo a las causas del pueblo, nos habla de cómo le sirve la tarea de escribir para su propia dignificación como persona. La poesía es arma o herramienta para cambiar el mundo y para hacer mejor al ser humano.

Unos años más tarde, algunos escritores de los cincuenta (Blas de Otero, Gabriel Celaya,...) siguieron este camino de poesía social. Valga como ejemplo el poema de Gabriel Celaya "La poesía es un arma cargada de futuro", que puedes leer en este enlace y escuchar en la versión de Paco Ibáñez. Versos como "maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse" dejan bien a las claras la intencionalidad de este tipo de literatura que persigue la concienciación social de "una inmensa mayoría" y que se canaliza a través de un lenguaje sencillo.

Así, la poesía se hace necesaria "como el pan de cada día, / como el aire que exigimos trece veces por minuto, / para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica".

jueves, 10 de mayo de 2012

LAS TRES HERIDAS DE MIGUEL HERNÁNDEZ

Dibujo de Miguel Hernández realizado por el 
escritor Buero Vallejo en 1940 en la cárcel


Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.

Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.

Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.




"Me llamo barro aunque Miguel me llame" 

El poeta Rafael Alberti evocaba así a Miguel Hernández: "Miguel venía de la tierra, natural, como una tremenda semilla desenterrada, puesta en pie en el suelo. Y nunca este sentir, esta presencia de espíritu y de cuerpo procedente del barro, se los sacó de su poesía". Pablo Neruda dijo de él que tenía "una luz de tierra, de mañana pedregosa". Octavio Paz nos recordó que su voz "sonaba a campo, a eco grave repetido por los valles, a piedra cayendo en un barranco". Miguel Hernández es el poeta de la tierra: "me llamo barro aunque Miguel me llame".
Todos los que lo conocieron nos dejaron testimonio de su autenticidad, de su hondura. Su obra es igualmente ejemplo de tenaz lucha por plasmar la vida, su vida: la alegría, el dolor, la pasión, la ausencia, la esperanza, el odio, la incomprensión, la violencia. Todo ello dicho con gran lirismo, con desbordada intensidad, con notable sinceridad, con una expresión que evolucionó durante su corta vida pero que revela siempre un enorme  esfuerzo por encontrar la palabra verdadera, su palabra verdadera. 

viernes, 4 de mayo de 2012

LA HUELLA MUSICAL DE GARCÍA LORCA

Dibujo de García Lorca (1925)
Federico García Lorca es el poeta más popular de todos los que integran la Generación del 27: su vida, su obra y su muerte han hecho del autor granadino un símbolo que trasciende incluso su literatura y alcanza un valor universal. De él dijo Pablo Neruda: "Nunca he visto reunidos como en él la gracia y el genio, el corazón alado y la cascada cristalina... Era un multiplicador de la hermosura". Su relación fructífera con las distintas artes y con muchísimos artistas no hace sino enriquecer su legado.

El poeta tuvo una estrecha relación con la música. Tocó el piano desde niño, recogió muestras de folclore musical en su tierra, hizo arreglos musicales,... Sus poemas y obras de teatro dan cuenta también de ese gusto por la música: el ritmo de sus versos, las referencias continuas a instrumentos y géneros musicales, las canciones puestas en boca de sus personajes,... [Para profundizar en este tema podéis abrir este enlace: Lorca y la música.] Por eso, no es extraño que sus poemas hayan sido muchas veces adaptados y versionados por músicos de diferentes estilos. Os presento tres de sus poemas, pertecientes a tres momentos distintos de su vida, en versiones musicales muy diferentes entre sí, para admirar tanto la variedad y riqueza de su poesía como la de las adaptaciones.

jueves, 3 de mayo de 2012

LA PALABRA SURREALISTA: LA PALABRA EN LIBERTAD

Salvador Dalí, La persistencia de la memoria (1931)
Museo de Arte Moderno de Nueva York
 En 1924 André Breton definió en el primer Manifiesto surrealista la palabra surrealista que ya se empleaba desde hacía varios años en los círculos vanguardistas para referirse a una nueva manera de entender el arte:  
Surrealismo: "sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral."
Filosofía: "El surrealismo se basa en la creencia de una realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo, y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos, y a sustituirlos por la resolución de los principales problemas de la vida.

Para los surrealistas en la obra de arte debe aflorar todo lo que está oculto en el interior de las conciencias. Manifiestan por ello un gran interés por el subconsciente, por los sueños y por todas las formas de pensamiento no sometidas a la razón ni a la lógica. El lenguaje debe brotar en la obra literaria de forma espontánea, sin restricciones ni inhibiciones, manifestando en toda su pureza el estado de ánimo y los impulsos psíquicos más profundos, para así alcanzar una realidad superior, por encima de la realidad visible.
Para conseguir ese lenguaje en libertad propusieron la escritura automática (situar el lápiz sobre el papel y empezar a escribir, dejando fluir los pensamientos sin ninguna restricción moral, social ni de ningún tipo). Este lenguaje en libertad se manifestó en la obra literaria de formas distintas: enumeraciones caóticas, metáforas sorprendentes, imágenes oníricas y visionarias, asociaciones insólitas de palabras, verso libre,...
El deseo de liberación de los surrealistas llegó también a lo político acercándose a las ideas de Marx y dotando a la obra de un contenido "humano" (frente al arte puro de otras vanguardias) y de un marcado compromiso social y político.
De todas las vanguardias que hemos ido conociendo, el surrealismo es la que ha perdurado más tiempo en arte, literatura y cine y la que aportó una mayor renovación temática y estilística.

miércoles, 2 de mayo de 2012

LA GENERACIÓN DEL 27: EL EQUILIBRIO ENTRE TRADICIÓN Y RENOVACIÓN

Homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla (1927).
De izquierda a derecha: Alberti, Lorca, Chabás, Bacarisse,
Platero, Blasco, Guillén, Bergamín, Alonso, Diego.

En la segunda década del siglo XX vienen a sumarse a los autores novecentistas y vanguardistas unos  jóvenes poetas que terminarán por formar un grupo poético de gran importancia en la historia de nuestra literatura, la Generación del 27. La fecha de 1927 hace referencia al homenaje que tributaron muchos de estos poetas a Luis de Góngora en el tercer centenario de su muerte. Integran esta generación de mayor a más joven: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Emilio Prados, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Manuel Altolaguirre. Miguel Hernández, aunque más joven, ha sido considerado como un epígono de esta generación. Sin embargo, el entorno de esta generación se amplía a prosistas (José Bergamín, Max Aub, Francisco Ayala,...), filósofas (María Zambrano), pintores (Salvador Dalí, Maruja Mallo, Óscar Domínguez), cineastas (Luis Buñuel), músicos (Ernesto Halffter),...
Todos los poetas del 27 están unidos por lazos de amistad y, aunque siguen caminos personales distintos, muestran intereses literarios y estéticos afines. Todos ellos comparten la voluntad de integrar en sus obras la tradición y la vanguardia. Su estética busca el equilibrio entre diferentes formas de creación: conjugan la tradición literaria y la voluntad de renovación, prestan atención tanto a la poesía española como a la extranjera, cultivan tanto las formas métricas populares como las cultas, buscan la perfección formal de la poesía pura pero transmitiendo la experiencia personal.